La ONU denuncia la
trata de personas con fines sexuales, de trabajo o de tráfico de órganos en el
mundo
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La trata de personas en el mundo no hace más que aumentar,
especialmente en América, Oriente Medio y Asia.
En 2016 se detectaron cerca de 25.000 casos de trata, 10.000 más que en 2011,
es decir un aumento del 66,66 por ciento.
Lo afirma un documento de la Oficina de las Naciones Unidas contra
la Droga y el Delito (ONUDC) titulado “Informe
mundial sobre la trata de personas, hecho público el lunes 7 de enero en
Viena. El documento asegura que los datos recogidos no supone el total de trata
de personas en el mundo, pues son muchos más los casos desconocidos.
Según el
documento, el 23 por ciento de la trata
son niños y un 70 por ciento son mujeres y niñas. Del total de casos, un 59 por ciento son con fines de explotación
sexual. El dato escalofriante es que el número total de condenas por estos
delitos es bajo, dice el documento, porque
“los traficantes apenas corren el riesgo de ser procesados por la justicia”, y
sus actos criminales pasan impunes.
La ONUDC cita
que miles de niñas y mujeres de la minoría yizadí son raptadas en Irak por el
Estado Islámico, como Nadia Murad, una
muchacha que era explotada sexualmente que consiguió huir del Estado Islámico y
ganadora del Premio Nobel de la Paz de 2018, por su activismo contra la trata
sexual. Esta trata se da a menudo donde hay conflictos bélicos y
entregan a sus víctimas a los soldados o a los grupos armados.
Decíamos que el principal objetivo de la trata es la esclavitud sexual. El segundo objetivo es el trabajo forzado, que supone más de un
30 por ciento de la trata, la mayoría en África subsahariana y Oriente Medio.
El tercero es el tráfico de órganos, que entre
2014 y 2017 se registraron 100 casos, en los que las mafias daban dinero o
promesas falsas de llevarles a países o “lugares más seguros” a cambio de sus órganos
(riñones, ojos, pulmón, etc). En determinados casos se ha registrado la
complicidad de médicos y “profesionales de la salud, recurriendo
a prácticas corruptas y fraudulentas”, dice el documento de la ONU. No faltan prácticas de matrimonios forzados,
en especial en mujeres del sudeste
asiático.
Muchas de las víctimas de la trata son
captadas por las mafias en los campos de
refugiados, o en zonas depauperadas o en lugares de conflicto, donde
abundan la miseria, la inseguridad, la migración forzosa y las rupturas
familiares.
Ante esta
situación, realmente dramática, la ONU pide reforzar
la cooperación internacional entre los estados para erradicar esta lacra que golpea los más elementales derechos
humanos y que afecta a los más débiles frente a personas sin escrúpulos y sin
humanidad.
Salvador Aragonés
Fuente: Aleteia