El Ayuntamiento de Roma
decidió privar a Cáritas Diocesana del dinero obtenido de la Fontana di Trevi,
donde los turistas tienen como tradición lanzar una moneda cuando visitan la
Ciudad Eterna
La Fontana di Trevi en Roma. Foto: Wikipedia |
Desde el año 2001, por
voluntad del alcalde Walter Veltroni, todo el dinero recogido en la fuente de
este famoso monumento romano se donaba a Cáritas para fines sociales de los que
se beneficiaban, principalmente, los pobres de la capital italiana.
En el año 2018 la suma
ascendió a más de un millón y medio de euros que se destinó íntegramente a
obras de caridad, informa el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana
Avvenire.
Sin embargo, la actual
corporación municipal, presidida por la alcaldesa Virginia Raggi, abrió en
octubre de 2017 un proceso de reflexión sobre el destino del dinero recaudado y
llegó a la conclusión de que debería ser el municipio quien se encargara de esa
gestión.
Ante la polémica desatada en
Roma ante la posibilidad de que Cáritas dejara de recibir ese dinero, el
Ayuntamiento aplazó la decisión hasta finales del año 2018. Finalizada la nueva
prórroga, el Ayuntamiento anunció que finalmente la medida saldría adelante y
que a partir de ahora será una empresa municipal la que se encargue de la
administración de ese dinero.
Esta medida, que dejará a
Cáritas Diocesana de Roma sin una parte importante de sus fondos para obras de
caridad, entrará en vigor el 1 de abril de 2019. Según Avvenire esta decisión
“obligará a reducir o cerrar muchos servicios para los más pobres, con
previsibles repercusiones sobre el clima social de la ciudad”.
Entre los proyectos
financiados por Cáritas con ese dinero hay comedores sociales, ayudas a
personas sin hogar que deben dormir a la intemperie en pleno invierno, centros
sanitarios y ayudas a familias en situación de exclusión.
Hasta ahora, la empresa Acea,
que es la encargada del cuidado y conservación de las fuentes de Roma, vaciaba
periódicamente la pila de agua de la Fontana di Trevi, recuperaba todas las
monedas lanzadas por los turistas y las cedía a Cáritas con la supervisión de
la policía municipal.
Posteriormente, voluntarios
de Cáritas se encargaban de limpiar, clasificar y contabilizar todo el dinero
antes de llevarlo al banco, para proceder a su destino a los diferentes
proyectos sociales de Cáritas en Roma.
A cambio, Cáritas tenía la
obligación de remitir trimestralmente al Ayuntamiento un informe detallando el
destino del dinero y el resultado de los proyectos financiados.
A partir del 1 de abril, el
ayuntamiento dedicará una parte de la suma recaudada a pagar las labores de
limpieza, clasificación y contabilización de las monedas, labor que realizaban
de forma gratuita los voluntarios de Cáritas y que ahora realizarán los
empleados de Acea.
Otra parte del dinero se
destinará a la conservación del patrimonio de titularidad municipal y a otros
fines de interés social y cultural.
Fuente: ACI