"Se necesitan personas perseverantes, que se enfrenten a las dificultades con espíritu de unidad y que pongan siempre en la base de todo el objetivo último, es decir, el servicio a los demás”
2018.11.30 Centro Sardegna Solidale (Vatican Media) |
El
Papa recibió en el Aula Pablo VI del Vaticano a los voluntarios provenientes de
la Isla italiana de Cerdeña. Con un cálido discurso, reconociendo la labor de
los voluntarios, Francisco les animó a continuar por este camino, que otorga un
rostro humano y cristiano a la sociedad
«El
voluntariado solidario es una opción que nos hace libres y abiertos a las
necesidades de los demás; a las exigencias de la justicia, a la defensa de la
vida, a la protección de la creación, con una tierna y especial atención a los
enfermos y especialmente a los ancianos, que son un tesoro de sabiduría»: lo
dijo el Papa Francisco al recibir a los representantes del Centro de
Voluntariado Cerdeña Solidaria, con ocasión del 20º aniversario de su
fundación. El Santo Padre remarcó la necesidad, hoy en día, de testigos
"de bondad, ternura y amor gratuito".
"Se
necesitan personas perseverantes, que se enfrenten a las dificultades con
espíritu de unidad y que pongan siempre en la base de todo el objetivo último,
es decir, el servicio a los demás”, dijo.
Un servicio que traspasa
las fronteras
Tras
los cordiales saludos a los voluntarios, autoridades y sus acompañantes, entre
ellos Cardenal Angelo Becciu y los Arzobispos de Cagliari y de Oristano, el Papa
Francisco habló del generoso servicio que desarrollan los voluntarios en la
isla sarda, que no se detiene en beneficio de los sectores más débiles de la
población de la isla, sino que se extiende a algunos de los países más pobres
del mundo.
Haciendo
presente la capacidad de acogida e inclusión que ha distinguido a los
voluntarios hacia los que han llegado a Cerdeña desde otras tierras en busca de
paz y trabajo, les animó a continuar con espíritu de comprensión y unidad, para
que puedan difundir más ampliamente la cultura de la solidaridad.
Asimismo
el Pontífice destacó la necesidad de la colaboración con las realidades
institucionales del territorio: “pienso en particular en los Municipios y
Parroquias, que están cada día junto a personas que compartiendo dificultades y
esperanzas”.
«La cultura de la
solidaridad y la gratuidad califica el voluntariado»
Recordando
que el Señor Jesús, en el Evangelio, nos invita a amar a Dios con todo el
corazón y al prójimo como a nosotros mismos, Francisco quiso puntualizar que
"es el amor de Dios el que nos hace reconocer siempre en el otro al
prójimo, al hermano o hermana a quien amar”.
Gracias
a esta "linfa" evangélica, - añadió más adelante el Papa - la ayuda
mantiene su dimensión humana y no se despersonaliza. Y por esta razón, observó
Francisco, “es que los voluntarios no realizan un trabajo de sustitución en la
red social, sino que contribuyen a dar un rostro humano y cristiano a nuestra
sociedad”.
Por
último, el Santo Padre animó a los voluntarios a “continuar con pasión su
misión, buscando todas las formas posibles y constructivas para despertar en la
opinión pública la necesidad de comprometerse por el bien común, en apoyo de
los débiles y de los pobres”.
Griselda
Mutual- Ciudad del Vaticano
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