Un nuevo hijo
permite crecer en santidad y virtud
1. Tener otro hijo, permite unirse a Dios en la creación de un
alma inmortal». «Los padres tienen la oportunidad increíble de asistir
a Dios en la creación de un alma inmortal y, como lo dijera el cardenal
Mindszenty, ni los ángeles recibieron tal gracia.
2. Un nuevo hijo trae alegría a la vida. Uno se maravilla
ante la perfección de ese pequeño ser y de la facilidad con la que uno lo ama.
Uno queda encantado con cada pequeño aspecto de su apariencia. El color del
cabello, la forma de la nariz, su sonrisa.
3. Un
nuevo hijo permite crecer en santidad y virtud. Los niños dan la
oportunidad de practicar la misericordia corporal y espiritual. Llegan al mundo
desnudos y los vestimos, hambrientos y los alimentamos, sedientos y les damos
de beber.
4. Los
niños son cada vez menos debido a la contracepción y el aborto; segmentos
completos de la sociedad se vuelven menos sensibles al gozo y la esperanza que
sólo los niños pueden brindar. En este clima, la anticoncepción y el aborto se
alimentan a sí mismos.
5.
Tener otro hijo da un hermano a los hijos que ya tiene la pareja, y así pueden
aprender a compartir, a poner las necesidades de los demás por encima de las
propias. La unión entre los hermanos es para toda la vida.
6. Los
hijos permiten que en la ancianidad no se esté solo. La gente que
tiene hijos no tiene que buscar extraños para que cuiden de ella cuando es
anciana. Además, los hijos se convierten en padres de los nietos, y los nietos
traen gozo, alegría y risas.
7. Los
humanos son bendecidos con los regalos del intelecto y la libertad, y así descubren
soluciones creativas a los problemas. Las personas
sin hijos deben recordar que el hijo de otros es el médico que les salva la
vida, el bombero que ayuda, o el ingeniero del tren.
8. Las
familias con hijos inyectan la economía. Sin jóvenes
que ingresen a la fuerza laboral el sistema de seguridad social falla. Sin
niños que asistan al colegio los maestros no tienen empleo. Muchas industrias
descansan en negocios de y para niños.
9.
Tener un hijo más ayuda a enfrentar la despoblación global venidera. América no está superpoblada; toda la población del mundo
puede vivir en Texas, en casas adecuadas a cada familia. El problema a largo
plazo no será por tener muchos niños, sino pocos.
10.
Tener un hijo ayuda a poblar el Cielo. El niño que
se tiene con generosidad se acepta de Dios y regresará a Él, después de una
vida de amor, servicio y obediencia en la Tierra para pasar la eternidad con
Dios en el Cielo.
Por: Steve Mosher
Fuente: Catholic.net