Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
por la noche nos disponíamos tranquilamente a disfrutar del rezo de Completas.
Un silencio lleno de su Presencia lo envolvía todo, cuando...
-¡¡Puuuuuuum!!
Un
estallido en la lejanía. Pero no pasó nada más. El silencio volvía a cubrirlo
todo, invitando a dejar en el Señor el ajetreo del día, descansar en sus
brazos, y...
-¡¡Chunda,
chunda, chunda!!!
-¡¡¡Trrrrrrrrrr!!!
-¡¡Pom, pom, porrompompón!!
¿Que
qué pasaba? ¡Que empezaban las fiestas de Lerma! El estallido resultó ser el
toque de salida, y los ruidos alegres eran, nada menos... ¡que el desfile de
peñas! El recorrido pasaba justo al lado de nuestra iglesia. Aquello, más que
una oración, ¡parecía una “guerra de canciones”!
Una
servidora comenzó intentando hacer esfuerzos de concentrarse, fijar la atención
en los salmos, pero...
-¡¡¡Vivan
las Fiestas de Lerma!!!
-¡¡Vivan los lermeños!!
Imposible.
Era del todo imposible.
“Bueno,
Señor”, pensé con una sonrisa, “hoy la oración va en formato fiesta...”
Ya
que no era capaz de aislarme del ruido, comencé a orar por esas personas,
¡sintiendo como si el Señor me llevase de la mano entre las peñas!
Justo
entonces vino a mi cabeza un detalle del Evangelio. Los fariseos acusaban a
Jesús de ser “un comilón y un borracho”, amigo de fiestas y banquetes. ¿No es
maravilloso? ¡Nuestro Señor disfruta con lo nuestro, disfruta con nosotros!
¡Nos quiere alegres y felices!
“Padre,
no te pido que los saques del mundo...”, dijo en la Última Cena. Cristo nos
quiere junto a nuestros hermanos los hombres. No somos del mundo, pero estamos
en el mundo... ¡para ser luz y sal!
Hoy
el reto del amor es que te unas a la alegría de quien tienes contigo... ¡o que
seas tú quien se la trasmita! Hoy habla con una persona, interesándote de
verdad por lo que lleva en su corazón, sus ilusiones, sus alegrías, o esa
preocupación que desea compartirte. No te aísles, no quieras quedarte fuera; de
la mano de Cristo, ¡hoy baila la música que quiera ponerte el Señor!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma