Quieren protestar contra
“el endurecimiento del corazón estadounidense"
George Martell-The Pilot Media Group-CC |
En
la última reunión bianual de ll Conferencia de Obispos Católicos de Estados
Unidos (USCCB), decidieron ir con todo en contra de la política migratoria y de
separación de familias de migrantes implementada por el presidente Donald J.
Trump.
Lo
han dicho fuerte y bajito: es bueno que haya fronteras seguras, pero no se
puede, bajo ningún concepto, violar los derechos humanos de las familias, mucho
menos separar a los niños pequeños de los brazos de sus padres porque son
“ilegales”.
Para
los prelados estadounidenses, la política migratoria de su país es una política
fallida. Han estado machacando, una y otra vez, en la necesidad de una reforma
migratoria integral, comprehensiva, que recupere la seguridad sin coartar la
libertad.
Y
para hacerse presentes en este debate, una delegación de obispos católicos de
Estados Unidos encabezada por el presidente de la USCCB, el cardenal y
arzobispo de Houston-Galveston Daniel DiNardo, visitará la frontera entre
Estados Unidos y México este fin de semana.
Según
la revista Crux, la delegación celebrará una Misa en la Basílica de Nuestra
Señora de San Juan del Valle este domingo primero de julio.
Esta
Basílica es emblemática pues se encuentra en el corazón del Valle del Río
Grande, cerca de Brownsville, la zona de mayor número de cruces de migrantes
mexicanos y centroamericanos. También, donde se encuentras los centros de
detención de pequeños que han detonado las protestas de muchas organizaciones
en Estados Unidos, incluyendo, desde luego, la Iglesia católica.
Además,
la Basílica durante mucho tiempo ha sido un popular lugar de peregrinación para
los católicos hispanos. Terminando la Misa, la delegación encabezada por el
cardenal DiNardo, irá a visitar uno de los centros de detención del área de
Brownsville.
No
es la primera vez que los obispos se acercan a la frontera de EEUU con México
para protestar por la política migratoria. Incluso Papa Francisco ha estado
rezando allí. Ver galería
Ir con ellos, estar ahí
Durante
la última reunión de la USCCB el Cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark,
Nueva Jersey, sugirió que los obispos enviaran una delegación para inspeccionar
las instalaciones de detención de niños y, así, ofrecer “una señal física” de
solidaridad con migrantes y refugiados.
Tobin
–quien se ha distinguido por su acompañamiento a los migrantes en Newark,
lamentó el “endurecimiento del corazón estadounidense” y recomendó que la
delegación fuera “como una señal de nuestra respuesta pastoral y protesta contra
lo que se está haciendo a los niños”.
En
abril de 2014, el cardenal Sean O’Malley de Boston encabezó una delegación de
ocho obispos en Nogales, Arizona, donde celebraron una Misa ante el muro de
seguridad de seis metros de altura.
En
febrero de 2016, el Papa Francisco visitó Ciudad Juárez, México, frontera con
El Paso (Texas) y celebró la Misa en la frontera, donde consideró la migración
forzada como una “crisis humanitaria”.
“Pidamos
juntos a nuestro Dios el don de la conversión, el don de las lágrimas, pidamos
que nos dé corazones abiertos como los ninivitas, abiertos a su llamado
escuchado en los rostros sufrientes de innumerables hombres y mujeres”,
suplicó. “¡No más muerte! ¡No más explotación! “, dijo el Papa en aquél
entonces.
Los
obispos estadounidenses han tomado esa determinación. Y han querido llegar
hasta el lugar del sufrimiento de los pequeños y de las familias migrantes
separadas, para decirles, como lo ha dicho el arzobispo de Los Ángeles, José H.
Gómez, que están con ellos y que no los van a olvidar.
Con
información de Crux
Jaime
Septién
Fuente:
Aleteia