Un
paseo perruno
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Jubi
llevaba unos días cojeando de la pata trasera. Por más que le mirábamos, no
veíamos nada, y no se le pasaba... así que había que llevarla a la veterinaria.
Como
teníamos unas amigas visitándonos, les pedimos que si podían hacernos el favor
de bajar a Jubi a la veterinaria. Ellas nos dijeron que sí, que por supuesto.
Estaban muy contentas, pero les avisamos de que Jubi no sabe pasear, ya que
siempre está suelta, y eso de la correa no lo lleva nada bien.
Preparamos
a Jubi, con su cartilla y las instrucciones de lo que le pasaba. Al principio
del paseo todo iba bien, pero, al llegar a la clínica, nuestra veterinaria,
Piru, salió a saludar a Jubi. La perrita, que iba toda contenta y meneando el
rabito, se frenó en seco. No se lleva nada bien con la veterinaria, y aquel
cariñoso saludo no le hizo ni pizca de gracia. Comenzó a temerse lo peor.
Les
indicaron que tenían que esperar 15 minutos a que les tocara el turno, así que
nuestras amigas decidieron salirse a la calle a hacerse unos selfies con Jubi.
Era la ocasión de oro para nuestra beagle: en lo que se preparaban para la
foto, ella trazaba un plan... ¡de huída!
Mientras
posaban para la foto, en un instante, se escurrió entre ellas, se arrancó el
collar, ¡y empezó a correr como si huyera de la misma muerte!
Nuestras
amigas se quedaron alucinando. Una de ellas corrió detrás de Jubi, pero no
logró alcanzarla y la perdió de vista. Mientras, la otra llamó al convento para
decir que Jubi se había escapado. Me pidió que silbara por la ventana, a ver si
así volvía a casa. No muy convenida, me acerqué a una ventana y, nada más
silbar... ¡Jubi asomó la cabeza por la puerta del convento! ¡¡Estaba tranquilamente
tumbada en el portal!!
De
vuelta al locutorio, Jubi saludó de nuevo a nuestras amigas, esta vez con cara
de “la que he liado...”.
Viéndola
ahí, tumbada en el suelo, me di cuenta de que para mí era algo bueno el
llevarla al veterinario, ya que tenía un dolor y había que curarla. Pero Jubi
no vio su bien, sino que su instinto le dijo que la harían daño... así que
prefirió escapar y quedarse con su dolor.
Cuántas
cosas nos pasan a lo largo del día y no vemos que hay un bien para nosotros,
sino que escapamos de ello en busca de seguridades. Todo lo nuevo nos da miedo,
preferimos lo malo conocido que lo bueno por conocer.
Esto
nos pasa porque no tenemos capacidad para ver un poco más lejos... solo el
sentido sobrenatural, la fe y la confianza en Jesús es lo que te capacita para
descansar y esperar cuando no entiendes algo, porque sabes que tu Dios te ama y
quiere lo mejor para ti, y te pase lo que te pase estás en las mejores Manos.
No
es posible que un Dios que te ha creado por Amor, te ha salvado por Amor...
ahora te deje abandonado. No. Ahora también Él te cuida con Amor. La clave está
en dejarte cuidar, porque has sido creado para que te amen.
Hoy
el reto del amor es no escapar de esa situación que te crea incertidumbre, sino
pedirle a Jesús una fe fuerte que te capacite para ver y entender que en ello
hay un bien para ti. Después de orar, manda un mensaje a una persona
transmitiéndole confianza y esperanza para superar la situación que está
viviendo.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma