Cambia de color
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hemos
empezado a pintar figuras con óleos. La verdad es que tarda mucho en secar, y
eso tiene su lado bueno y su lado malo. El bueno es que puedes mezclar colores,
difuminar sin miedo a que se quede seco... El malo es que, si pones los dedos
en una parte pintada, es fácil que manches la figura de ese color.
Y
así me pasó a mí: estaba pintando una figura de un Niño Jesús que no tenía
base, por lo tanto, para pintar el vestido por los dos lados, había que
agarrarlo en el aire por los brazos y las piernas. Como es una posición
incómoda, se me iba la mano al vestido, y, al darme cuenta, del vestido volvía
a las piernas. Total... que no solo acabó amarillo el vestido, sino también los
brazos, las piernas y todo lo que toqué después.
Hay
días que nos levantamos con el pincel impregnado en óleo negro porque tenemos
mal día, y damos pinceladas enfadándonos con el primero que se cruza en nuestro
camino; pinceladas de todo, menos de amor. Y, como la pintura no se seca, vamos
dejando rastro en todos los demás: el coche que se nos cruza, el atasco, los
compañeros de trabajo... El mal humor y sus consecuencias se van acumulando.
Si
hoy tu día ha empezado así, aún estás a tiempo de cambiar de color. Para ello
tendrás que lavar el pincel y tus manos primero. No dejes que el día vaya a la
deriva. Para unos minutos para cambiar de color y recuperar la sonrisa. Cuando
paramos, podemos ver la raíz de por qué nos sentimos así y entregárselo a
Cristo para volver a levantarnos.
Cristo
no se queda al margen de tu vida, te acompaña en cada momento, te tiende una
mano para recomenzar.
Hoy
el reto del amor es que, si tienes un mal día, cambies de color con Cristo.
Para lo que estés haciendo y ponte en Su presencia, háblale de aquello que ha
hecho que tu día se tuerza, no te muevas hasta que recuperes la paz. Sigue
después con el nuevo color y, si es necesario, pide perdón a esas personas que
han podido quedar heridas en el camino.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma