Francisco, el Papa de todos, se llama la declaración emitida el miércoles 10 de enero por la Comisión
Ejecutiva de la Conferencia Episcopal argentina, donde denuncian la
identificación «del Papa con determinadas figuras políticas o sociales»
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Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina |
Asociación
que «ha generado muchas confusiones y justificado lamentables tergiversaciones
de su figura y sus palabras que llegan incluso a la injuria y difamación». Y
aclaran: «Nadie ha hablado ni puede hablar en nombre del Papa».
En
la declaración de los obispos argentinos, señalan «el enorme privilegio que
tenemos» desde que hace ya casi cinco años, «un hermano nuestro ha sido elegido
Papa, es decir, la máxima autoridad de la Iglesia en el mundo; para los
cristianos, vicario de Cristo en la tierra».
Desde aquel momento, continúa el
texto, «nuestro querido Papa Francisco adquirió en todos los países un prestigio
y un apoyo crecientes, y hoy es en un referente global incuestionable para la
inmensa mayoría de los cristianos y personas de buena voluntad».
En
Argentina, «gran parte de los medios de comunicación han puesto más la atención
en hechos menores e incluso han identificado al Papa con determinadas figuras
políticas o sociales». Algunos de ellos «han sido claros afirmando que no
representan ni pretenden representar al Papa ni a la Iglesia».
Sin
embargo, añaden los obispos, «esta constante asociación ha generado muchas
confusiones y justificado lamentables tergiversaciones de su figura y sus
palabras que llegan incluso a la injuria y la difamación».
La
inmensa mayoría del pueblo argentino «ama al Papa Francisco, no se deja
confundir por quienes pretenden utilizarlo, sea pretendiendo representarlo, sea
atribuyéndole posiciones imaginarias en función de sus propios intereses
sectoriales. El pueblo sencillo quiere escuchar las enseñanzas del Santo Padre,
y lo reconoce por su lenguaje claro y llano».
Acompañar
a los movimientos populares «en su lucha por la tierra, techo y trabajo es una
tarea que la Iglesia ha realizado siempre» y que el propio Papa «promueve
abiertamente, invitándonos a prestar nuestras voces a las causas de los más
débiles y excluidos. Esto no implica de ninguna manera que se le atribuyan a él
sus posiciones o acciones, sean estas correctas o erróneas».
Por
ello, en vísperas a su próxima visita a los pueblos hermanos de Chile y Perú,
los obispos argentinos reiteran «que el Papa Francisco se expresa en sus gestos
y palabras de padre y pastor, y a través de los representantes formalmente
designados por él. Nadie ha hablado ni puede hablar en nombre del Papa. Su
aporte a la realidad de nuestro país hay que encontrarlo en su abundante
magisterio y en sus actitudes como pastor, no en interpretaciones tendenciosas
y parciales que sólo agrandan la división entre los argentinos».
Concluyen
con el deseo de que «el Papa Francisco sea valorado y escuchado como él se
merece y como nos lo merecemos todos los argentinos».
Fuente:
Alfa y Omega