El Santo Padre renueva su llamamiento a la sabiduría y la prudencia de todos, y eleva fervientes oraciones
Vista del templo y de la zona antigua de la ciudad de Jerusalén |
La
Santa Sede sigue con gran atención la evolución de la situación en Oriente
Medio, de modo especial en Jerusalén, ciudad sagrada para cristianos,
judíos y musulmanes de todo el mundo.
Tal
y como se lee en el comunicado publicado por la oficina de prensa de la Santa
Sede, "expresando su dolor por los enfrentamientos que se han cobrado la
vida de numerosas víctimas en los últimos días, el Santo Padre renueva su llamamiento
a la sabiduría y la prudencia de todos, y eleva fervientes oraciones con el fin
de que los líderes de las naciones, en este momento de particular gravedad, se
comprometan a evitar una nueva espiral de violencia, respondiendo con palabras
y hechos, a los anhelos de paz, justicia y seguridad de las poblaciones de esa
tierra atormentada".
Las
preocupaciones sobre las perspectivas de paz en la región han sido objeto de
diversas iniciativas en los últimos días, incluidas las urgentes reuniones
convocadas por la Liga Árabe y la Organización para la Cooperación
Islámica.
La
Santa Sede es sensible a estas preocupaciones y, recordando las sentidas
palabras del Papa Francisco, reitera su conocida posición con respecto al
carácter singular de la Ciudad Santa y la ineludibilidad del respeto por
el status quo, en conformidad con las deliberaciones de la comunidad
internacional y las reiteradas peticiones de las jerarquías de las Iglesias y
de las comunidades cristianas de Tierra Santa.
Al
mismo tiempo, reitera su convicción de que solo una solución negociada entre
israelíes y palestinos puede conducir a una paz estable y duradera y garantizar
así, la coexistencia pacífica de dos estados dentro de fronteras
reconocidas internacionalmente.
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Vaticano