LA TRAGEDIA DE LOS ROHINYÁ; EXPECTATIVA POR LAS PALABRAS Y GESTOS DEL PAPA

La Iglesia local y el gobierno pidieron no nombrar explícitamente a la minoría musulmana perseguida. Todos estarán muy pendientes sobre el discurso a las autoridades políticas de Myanmar

Niños en un campo de refugiados para los Rohinyá
A finales de noviembre Francisco partirá hacia Myanmar y Bangladesh. En el primer país se encontrará con una democracia frágil y con un problema diplomático. 

El pasado 27 de agosto, durante el Ángelus, el Papa Bergoglio pronunció un fuerte llamado a favor de esa que, según la ONU, es una de las minorías más perseguidas del mundo: los Rohinyá, grupo étnico de religión musulmana que vive en Myanmar. 

«Han llegado tristes noticias sobre la persecución de la minoría religiosa de nuestros hermanos Rohinyá —dijo el Pontífice. Todos nosotros pidamos al Señor que los salve y suscite hombres y mujeres capaces de salvarlos y que les ofrezcan su ayuda». 

Ahora, mientras se aproxima el viaje, la Iglesia birmana le ha pedido al Papa que no pronuncie el nombre de los Rohinyá durante su viaje. «No es prudente que el Papa pronuncie en suelo birmano el término Rohinyá —afirmó el cardenal Charles Maung Bo, arzobispo de de Yangon, en un informe sobre la situación del país— porque podría provocar reacciones descompuestas por parte de los grupos nacionalistas budistas. 

Y sobre la cuestión de la minoría musulmana oprimida, al lideresa Aung San Sus Kyi está haciendo lo posible y cuenta con el apoyo total de la Iglesia católica». También la presidencia birmana recomendó lo mismo al Vaticano. 

Francisco nunca ha tenido escrúpulos frente a las injusticias y hasta el último siempre existe la posibilidad para cambiar las cosas (se puede recordar lo que sucedió en Armenia cuando decidió añadir una referencia explícita al «genocidio» de 1915, que no se encontraba en el texto preparado para la ocasión), pero la línea que parece prevalecer es la de hablar claramente frente a las autoridades de ese país sobre los derechos de las minorías, incluso sin pronunciar la palabra Rohinyá para no provocar involuntariamente.

Después de Myanmar, en donde estará del 27 al 30 de noviembre, Francisco irá a Bangladesh, en donde se encuentran cientos de miles de Rohinyá, que huyeron de Myanmar en agosto de este año.

No se puede excluir que el Papa quiera reunirse con algunos de ellos y, de esta manera, demostrar su cercanía y la de toda la Iglesia católica hacia esta minoría perseguida y que s esa visto obligada a huir y sobrevivir en condiciones precarias. Como ya sucedió en otras ocasiones, la fuerza de un gesto y de un abrazo podrían tener más forza que muchas palabras. 

Este artículo fue publicado en la edición de ayer del periódico italiano «La Stampa».
 
ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO

Fuente: Vatican Insider