Lo de siempre... pero
nuevo
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
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¡¡Ay, sor!! ¡Menuda cazuela! ¡Ven, ven, tienes que tocar las asas! ¡No queman!
¡Y puedes abrir la tapa sin ponerte los guantes!
La
hermana a la que le tocaba cocina ese día estaba emocionada. Resulta que un
grupo de familias de Alpedrete nos acaban de regalar una cazuela. Y esta
hermana vio la cazuela nueva, y se animó a estrenarla.
Lo
cierto es que se parece mucho a las que tenemos, sólo que con 50 años menos.
Por lo demás, a simple vista no se notaba mayor diferencia... ¡hasta que la
puso al fuego!
Claro,
los materiales de ahora no son los de antes, ¡y la conducción de calor está muy
controlada! Daba gusto ver a esta hermana feliz de poder manejar la cazuela sin
tener que usar agarradores... Tal es así, que fue haciendo demostraciones a
toda la Comunidad, ¡es como si ya la hubiésemos probado todas!
Orando
este hecho con el Señor me he dado cuenta de que así es como trabaja Él con
nosotros. Por regla general, lo externo no varía mucho: sigues teniendo la
misma familia, no desaparece la obligación de trabajar... ¡pero con Jesucristo
cambia todo! Bueno, en realidad, cambias tú, te cambia por dentro.
Cristo
no te convertirá en una cosa distinta, pequeña cazuela, pero irá transformando
tu material. Sí, continuarás con tu entrega cotidiana, pero, con Cristo, podrás
poner amor a cada instante. Así, aunque estés centrado en algo urgente,
tratando de resolver un problema, acalorado de stress... Él te dará ojos nuevos
para ver a los hermanos, ¡y no abrasar a quien se te acerca!
Hoy
el reto del amor es recibir con una sonrisa a esa persona que generalmente
"te enciende". Querida cazuela, en este día Cristo quiere transformar
tu material. Preséntale a esa persona en tu oración y pídele tratarla como Él
te trata a ti: con respeto, paciencia, ternura... Créeme, Cristo transformará
tu mirada. Y, lo dicho, empieza con un buen recibimiento: ¡una sonrisa evitará
muchas quemaduras! ¡Prueba este nuevo material que te regala el Señor! ¡Feliz
día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma