Más de algún buen católico
se preguntará el por qué de esta doble numeración
Seguramente, en más de alguna ocasión has observado que en la Biblia ciertos salmos presentan doble numeración. Esto es particularmente evidente a partir del Salmo 11, que en muchas versiones de nuestras Biblias aparece como Salmo 11 (10). Más de algún buen católico se pregunta el porqué de esta doble numeración. Intentaremos explicarlo en el presente artículo.
Los
judíos antes de Jesucristo, contaban con dos versiones de los textos sagrados
(es decir, de lo que ahora nosotros los cristianos llamamos Antiguo
Testamento). En primer lugar, tenían lo que se conoce como “Texto Masorético”,
y que hace referencia a los libros sagrados escritos en los idiomas originales:
hebreo y arameo.
La
otra versión es llamada “Septuaginta” o de los LXX (70), pues hace referencia a
los setenta sabios (aunque en realidad eran 72) que tradujeron los textos
sagrados, de los originales hebreo y arameo al griego, un par de siglos antes
de Cristo, en Alejandría de Egipto. Recordemos la importancia del idioma griego
en aquel tiempo, pues era la lengua común del imperio romano. Cabe mencionar
además, que esta versión será la más utilizada por las primitivas comunidades
cristianas.
En
cuanto a lo que aquí nos atañe, es decir, el asunto de la doble numeración de
los Salmos, sucede que en cada una de las versiones, la numeración de los
Salmos, a partir del Salmo 9 cambia, pues en la Septuaginta (LXX) los Salmos 9
y 10 -según la numeración hebrea- forman uno solo. Por lo que, a partir del
Salmo 11, los siguientes Salmos tienen un número menos que en la numeración de
la Biblia hebrea. Así, el Salmo 11 del texto masorético es el 10 en la
Septuaginta.
Posteriormente,
cuando San Jerónimo, algunos siglos después, (en el siglo IV de nuestra era
cristiana) traduce la Biblia al latín, hace uso de la numeración de los Salmos
según se encuentra en la versión en griego (la de los LXX). La versión de la
Biblia traducida al latín por San Jerónimo será conocida como la “Vulgata” y
pasará a ser la versión “oficial” de la Iglesia por siglos, y la que se utilizará
generalmente en la liturgia.
Con el paso de los tiempos se harán traducciones de la Biblia a las lenguas vernáculas (los idiomas comúnmente hablados en nuestros países); y en estas versiones se hará referencia a la doble numeración de los Salmos, poniendo primero el número según el texto masorético (hebreo) y después el número según el texto de los LXX (griego) y de la Vulgata (latín). Por ejemplo, el Salmo 104 (103) es el 104 en el Texto Masorético y el 103 en el de los LXX y la Vulgata.
En
el caso de nuestras celebraciones litúrgicas, los textos se tomarán
generalmente de la Vulgata o de versiones corregidas que de ella han surgido en
tiempos posteriores. Por eso cuando vas a Misa, no encuentras una doble
numeración del Salmo Responsorial en la hojita o el misal, sino solamente la
numeración que corresponde según la Vulgata.
Por:
P. Samuel Bonilla