FRANCISCO CERRO, OBISPO DE CORIA-CÁCERES: “EL DIÁLOGO CON LOS POLÍTICOS ES ESENCIAL. LA IGLESIA ES PARTE DE LA SOCIEDAD”

Religión Confidencial habla con uno de los prelados más activos en las redes sociales. Supera en Twitter a José Ignacio Munilla

Monseñor Francisco Cerro en Villanueva de la Serena,
monasterio de las concepcionistas
Monseñor Francisco Cerro Chaves, obispo de Coria-Cáceres, es uno de los prelados españoles más activos en redes sociales. En Instagram, tiene más publicaciones que el Papa Francisco (2.199 frente a 430) y en Twitter, supera al obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla: más de 7.700 frente a dos mil tuits. 

Lleva diez años al frente de la diócesis y en la Conferencia Episcopal, forma parte de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada.

Además de publicar en las redes sociales frases para la reflexión, también da a conocer todas sus actividades, dónde va y con quien está. ¿Cuál es el objetivo?  

Benedicto XVI ya indicaba que San Pablo había sido un gran modelo para el mundo de la comunicación. Tras haber predicado en numerosos lugares, se dirigió al areópago y anunció allí el Evangelio usando un lenguaje que hoy podríamos definir ‘inculturado’.  Las redes son hoy esos nuevos areópagos y el Papa Francisco nos dice que “el mundo necesita el Evangelio de Jesucristo como algo esencial”. Además, en colaboración con la delegación de medios, las redes sociales nos permiten no sólo mostrar lo que identifica a la institución, sino también difundir noticias y eventos de la diócesis.

¿Animaría a sus hermanos obispos a intensificar la relación con los fieles a través de las redes sociales? 

Es una cuestión muy personal. En mi caso he estado muy vinculado a la pastoral juvenil desde mi tiempo como sacerdote en Valladolid y responsable de juventud y las redes sociales son, principalmente, el espacio de los jóvenes, por eso quiero estar presente en la medida de mis posibilidades.

¿A qué se arriesga exponiéndose tanto en las redes? ¿Recibe muchas críticas?  

El riesgo es el mismo que en cualquier lugar al que acudimos. “La Verdad os hará libres”. Nosotros solo estamos dando testimonio de Jesucristo, y él ya nos dijo que seríamos perseguidos por su causa, como Él lo fue. Es importante dar, como decía San Juan Pablo II “razones de nuestra esperanza”, también en las redes.

Uno de los últimos post de su blog se dirige a los cristianos que no son católicos, habla de "corregir viejos tópicos". ¿A cuáles se refiere? 

En nuestra diócesis, gracias a la Delegación de Ecumenismo, mantenemos muchos encuentros con personas de otras confesiones y celebramos todo lo que nos une. Es fundamental hacer un esfuerzo por encontrarnos unos y otros, escucharnos y compartir experiencias. No podemos buscar la unidad desde el desconocimiento mutuo o la desconfianza. Siguiendo los criterios del Vaticano II y de nuestra Iglesia diocesana queremos dar cada vez más pasos hacia un diálogo y una comunión.

Vida Consagrada 

Usted forma parte de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada. El descenso de vocaciones es una constante. ¿Algún plan para invertir esa tendencia? 

Todo el pueblo de Dios seguimos rezando para que todos los consagrados sigan siendo modelos para la humanidad. En esto, como en tantos otros aspectos de la vida, no hay recetas mágicas. La contemplación es la vocación de toda la Iglesia. Aprovecho para dar gracias por la Vida Consagrada, a los que bendigo de corazón y pido un nuevo impulso profético para los que siguen a Jesús pobre, casto y obediente como Buena Noticia para los que sufren. Soy de los que piensan que es mejor encender una luz en lugar de pasarnos la vida maldiciendo la oscuridad. Seamos agradecidos por lo que tenemos.

¿Cómo están de vocaciones en su diócesis? 

Me siento feliz y agradecido porque en mis diez años de obispo he ordenado a 12 sacerdotes; este mismo mes de junio he ordenado a otro y en el seminario contamos con 11 en el Mayor para el próximo curso y 7 en el Menor. También hemos apostado por el Diaconado Permanente, contamos con 10 actualmente.

En cuanto a las comunidades religiosas, la vida de tantos hombres y mujeres que siguen a Cristo con el carisma del fundador o fundadora, algunos en contemplación y otros que se lanzan a una evangelización con el testimonio de su vida, es fundamental en la diócesis. Contamos con 30 comunidades de vida activa, trabajando en el ámbito caritativo y social, educativo y rural y 7 comunidades contemplativas. También con 4 institutos seculares. Pero lo importante no son los números, sino el testimonio que ofrecen.

Ideología de género

Las últimas leyes podrían cerrar la boca a la antropología cristiana. ¿Cree que los obispos deben denunciar las leyes LGTB, o por el contrario, su labor debe ser más pastoral, curando heridas y acogiendo? 

El Papa Francisco insiste mucho en que la Iglesia es un hospital de campaña. Nosotros estamos para acompañar, acoger, orar, señalar el camino... Dios mira al corazón de las personas y sabe qué se encuentra en su interior. Como ciudadanos de este mundo estamos llamados a respetar sus leyes y a las autoridades establecidas (Cfr. Rom 13, 1-10) y como creyentes que queremos seguir la propuesta de Jesús, estamos llamados a vivir la ley del Amor, tal como la presenta la Iglesia hoy.

La alcaldesa de Cáceres es del PP, el presidente extremeño del PSOE. ¿Cómo se lleva con unos y otros, incluso con los más críticos con la Iglesia? 

Tengo una relación cordial tanto con ellos, como con otros políticos, creo que el diálogo es fundamental, la Iglesia es parte de la sociedad y podemos y debemos estar presentes en ella. El hecho religioso está presente en todos nuestros pueblos: fiestas patronales, procesiones, eventos públicos…; es una realidad que no se puede obviar. La fe debe ser transformadora de la realidad, para que sea posible la llegada del Reino de Dios.

Por último, me informan que va a pasar buena parte de lasvacaciones predicando ejercicios espirituales…

Son una oportunidad de estar cerca del Corazón de Cristo (forma parte de mi lema episcopal), que no es otra cosa, ¡y qué cosa! que Dios que te ama con corazón de hombre. Los ejercicios espirituales cambiaron mi vida y ofrezco una oportunidad a los que lo deseen, para realizar un mes completo o por semanas. El verano es un tiempo idóneo para descansar y es que, impartir estos ejercicios espirituales ignacianos en nuestra casa, supone para mí un período para recargar pilar de cara al curso ahora que afrontamos la recta final del Sínodo con las Asambleas. Llevo haciéndolo desde que llegué a la diócesis y en ellos han participado numerosas personas (religiosos, seminaristas, laicos…) también de otras diócesis.

Fuente: ReligionConfidencial