Nos
puso de pie y le dijo al mundo que los turcos han cometido el primer genocidio
del siglo XX
En
un homenaje a los mártires y víctimas del genocidio armenio, en el 102
aniversario de su inicio, la comunidad armenia en la Argentina reconoció
la contribución del Papa Francisco a la universalización de su causa.
“Hay
un hombre que se la jugó por nosotros sin medir las consecuencias y sin otro
interés que el reconocimiento de la verdad. Un hombre que nos quitó las
afrentas, que nos puso de pie y que le dijo al mundo que los turcos han
cometido el primer genocidio del siglo XX y que ese genocidio ha sido contra el
pueblo armenio.
Ese
hombre es nuestro papa Francisco y esa voz es para nosotros la voz de Cristo
que desde el año 301 nos acompaña en cada uno de los actos de nuestro ser
nacional armenio”, aseguró el abogado Guillermo Karamanian durante un acto que
tuvo lugar tras una Eucaristía celebrada por el obispo eparca para los
católicos en América Latina.
Las
palabras de Karamian, rescatadas por la Agencia AICA, evocan la trayectoria
primero de Jorge Bergoglio como Arzobispo de Buenos Aires, quien desde 2004
venía reconociendo el reclamo de los armenios en relación a la masacre 1915.
En
una conmemoración ecuménica por el 91 aniversario del genocidio, el ya cardenal
Bergoglio, de manera inesperada para muchos, habló del “dolor del genocidio, el
primero del siglo 20, que ahora poderosos imperios intentan por todos los
medios silenciar y ocultar”.
Unos
años después, antes de su elección como Sumo Pontífice, se colocó un khachkar,
una cruz de piedra armenia, en la catedral metropolitana. Según dijo en
una entrevista en 2013 el Arzobispo Armenio para la Argentina Kissag Mouradian,
Bergoglio le había dicho que quería ser enterrado bajo esa cruz.
Incluso
tras su elección como Papa y mudanza a Roma, Francisco ha seguido estando cerca
de la comunidad armenia argentina y del mismo Kissag Mouradian. El año pasado,
con motivo de un acto que se le realizó por los 25 años de su ordenación
episcopal, Francisco le envió una carta uniéndose a la celebración saludando a
la “querida comunidad armenia”.
Como
Papa, Francisco tuvo un gesto inédito en la comunidad internacional hace dos
años. Fue en abril de 2015, durante la Eucaristía en la que proclamó Doctor de
la Iglesia al armenio del siglo V san Gregorio Narek, cuando ante la sorpresa
de muchos habló justamente del genocidio armenio como el primero del siglo XX.
Es
que la consideración de la masacre hasta entonces sólo estaba reconocida por 22
naciones, y se esperaba reacciones de la diplomacia turca si el Papa, ya como
Pontífice, lo denunciaba de esa manera. Y así fue.
En
esa homilía, el Papa recordó que “fueron asesinados obispos, sacerdotes,
religiosos, mujeres, hombres, ancianos y hasta niños y enfermos indefensos”, en
un genocidio que comparó a los perpetrados por el nazismo y el estalinismo.
Según
denuncian una veintena de países, y pese a que desde Turquía se habla
formalmente de una guerra civil con 500 mil víctimas, el 24 de abril de 1915
comenzó de parte del Imperio Otomano un proceso de deportación y asesinato de
más de 1,5 millones de armenios. Tras el gesto del Papa, ha crecido el número
de instituciones y Estados que se animan a calificar esos acontecimientos como
genocidio. Y aunque otros no lo hacen, pocos se animan a mirar hacia otro.
Esteban Pittaro
Fuente:
Aleteia