Inspiración bíblica
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Resulta
que hace unos días, en la Eucaristía, se leyó el pasaje del Génesis que habla
de la Torre de Babel: "Construyamos una torre que llegue hasta el
cielo". ¡Pura inspiración bíblica! ¡Dicho y hecho!
Resulta
que la zona del fondo del callejón ha quedado transformada en almacén. El
problema es que es un poco estrecho. Sin embargo, ahí estaba la solución de
almacenaje: ¡ir hacia arriba!
Sin
darle más vueltas, agarré la escalera y... ¡a subir cajas! ¡Imagina cuánto se
puede apilar cuando el techo está a tres metros!
-
¿Pero cómo has llegado tan alto? -preguntaban las demás, divertidas y
asombradas.
Yo
les comenté el pasaje de Babel, pero, ahora, en Oficio de Lectura, he
descubierto... ¡que me he equivocado! No es la Torre de Babel: ¡es la lglesia!
Hoy
celebramos la fiesta de la Cátedra de san Pedro, el momento en que el Señor le
dijo a Simón aquello de: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi
Iglesia».
¿Sabes
qué hay en la base de mi torre? ¡Cajas de piedras! Las que se usan para decorar
los Belenes en Navidad. Eran las más pesadas, ¡y las más resistentes! Luego van
cajas de maderitas, cajones... ¡así hasta arriba!
La
Iglesia es igual: unos nos apoyamos en otros para llegar cada vez más alto. Los
santos nos han ido abriendo el camino, nos han ido alzando, como esas cajas de
madera. Pero ellos, a su vez, necesitaron ser aupados por otros... Sin embargo,
la seguridad de la torre reside en su base: la roca.
Cristo
sabía que la torre de la lglesia tendría que hacer frente a vientos y mareas, y
Él, que es la Roca, ¡quiso regalarnos una base sólida! A través del Papa,
Vicario de Cristo en la tierra, ¡el Señor sigue confirmándonos y fortaleciéndonos
en la fe! Gracias a él, ¡estamos sólidamente edificados en la Verdad!
Hoy
el reto del amor es orar por el Papa Francisco y por los pastores que el Señor
nos ha regalado para llevarnos a Él, especialmente por tu obispo. Y también te
invito a agradecerle a Cristo el regalo de formar parte de su Iglesia: si en
Babel un pueblo se dividió en miles de lenguas; en la Iglesia, el Espíritu
Santo hace de miles de lenguas y culturas un solo pueblo, unido bajo un Pastor.
¡En esta torre sí que se une el Cielo con la tierra! ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma