La Arquidiócesis de
Ayacucho (Perú) celebra los 50 años de María Estrella en esta ciudad peruana
tan castigada por la violencia
Decidió quedarse en tierras
peruanas. Fue la única misionera extranjera que lo aceptó. En los años 80
cuando la violencia subversiva azotaba a la ciudad de Ayacucho, María Estrella
del Carmen Muñiz, “Madre Covadonga”, misionera Dominica del Rosario permaneció
en el Perú. Su deseo de servir pudo mucho más que el de sobrevivir.
En 1982 empezaron las amenazas de
las huestes del terror…”Mis hermanos misioneros se me fueron de Ayacucho, me
quedé yo solita. Y es que el Señor me dijo:‘Quédate en Ayacucho para que hagas
mis veces'”,comentó la religiosa en una entrevista para la televisión.
Acostumbrada al verde del campo de
la ciudad de Asturias en España su tierra natal, llegó a Huamanga en 1971,
luego de tres años se nacionalizó peruana. Su obra trascendió fronteras así
logró materializar la primera escuela de alfabetización y una biblioteca que
atiende a 800 personas entre otras obras.
Ayacucho: 50
años de labor Arquidiocesana
A sus 96 años la religiosa participó
en las celebraciones por los 50 años de labor de la Iglesia Ayacuchana en Perú
el último 27 de junio.
Durante esta celebración de
las “Bodas de Oro” de la Arquidiócesis fundada en 1966 el
Arzobispo de Ayacucho monseñor Salvador Piñeiro destacó las virtudes y la
abnegada labor de esta mujer que a los 18 años supo que quería entregar su vida
a Dios.
Inició su labor misionera al lado de
Juan Luis Cipriani Thorne, actual cardenal, Arzobispo de Lima y Primado del
Perú, quien hasta 1999 fue obispo auxiliar y arzobispo de la entones
convulsionada ciudad, también conocida como el “Rincón de los muertos”.
Por su labor en defensa de los
pobladores del pueblo de Ayacucho durante la época del terrorismo que causó la
muerte de decenas de miles de peruanos, el gobierno de España la distinguió en
2013 con la Real Orden de Isabel La Católica.
La Iglesia
Ayacuchana en el corazón del pueblo
El pueblo de Ayacucho celebró los 50
años de su elevación como arquidiócesis por el Papa Paulo VI el 30 de junio de
1966. Fundada con el nombre de Huamanga en 1539. La celebración de este acto
histórico se realizó en el Colegio Salesiano Don Bosco, una de las más de 10
congregaciones que realizan labor pastoral en la ciudad.
Desde el siglo XVI se fueron
construyendo los cimientos del Catolicismo colonial Ayacuchano en la pequeña
Roma de los Andes. En la ceremonia se reflexionó sobre la historia de
evangelización de la sierra del Perú, explicó para la prensa local el Gran
Canciller de la Arquidiócesis de Ayacucho Percy Quispe Misaico.
“Nuestra arquidiócesis comprende
Ayacucho, Huancavelica y la Prelatura de Caravelí”, explicó el también párroco
de una de las 33 Iglesias que tiene esta bella ciudad arquitectónica. Esta es
una de las arquidiócesis más grande del Perú que sirve como fundamento a las
demás, finalizó.
¿Quién es la
Madre Covadonga?
Guerrera infatigable contra el
hambre, la pobreza, el dolor, la injusticia especialmente contra la violencia
generalizada de los duros años de los ochentas. Madre Covadonga afincó su
corazón en Perú desde 1971 hace 45 años.
La religiosa conocida como Madre Covadonga,
nombre que se impuso al recibir los hábitos en 1942 en alusión a Nuestra
Señora de Covadonga, Patrona de Asturias en España, fue condecorada en esta
celebración -con la Medalla de San Juan Bautista, patrón de la Arquidiócesis-
al lado de otros sacerdotes, historiadores y laicos.
Su atención a los discapacitados,
las enseñanzas de paz, justicia y amor en las cárceles la ha hecho la monja más
amada de los últimos tiempos. Junto a sus hermanas de congregación ha entregado
su vida entera a los más necesitados.
En la ceremonia de aniversario
fueron distinguidos monseñor Luis Abilio Sebastiani uno de los arzobispo de la
jurisdicción, el sacerdote Godofredo Barrientos además de una pareja de laicos.
Nació en España en 1922 su labor en
favor de los desvalidos, los sin techo ni pan, dejaron traslucir su alma de
acero y su corazón de amor profundo lo que le valió para que el gobierno
peruano le entregara la orden al mérito en el grado de oficial por los
servicios realizados en Perú.
Actualmente
Ayacucho es considerada como la capital de la Semana Santa en el mundo. La
arquidiócesis seguirá siendo cuna del amor profundo por los desvalidos acogidos
por la Iglesia.
Fuente: Aleteia