Sombras
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Hace un par de días, cuando me sentaba en la capilla a
hacer oración... una densa oscuridad se cernía sobre mí inexorablemente... son
cosas que pasan... cuando se funde una bombilla.
Sí, se ha fundido la bombilla de mi sitio de la
oración. Lo admito... en el tema de la iluminación, soy una quisquillosa. ¡Es
tan importante tener buena luz al escribir o leer...! Viendo que aquello no se
arreglaba, tuve que entregárselo al Señor, porque me ponía de mal humor...
-¡Qué exageración de bombilla! -comentó Inés- Casi
alumbra la capilla entera...
-No... -intervine- En realidad... es la entrada al
Cielo.
Una luz blanca, preciosa... ¡parece que por ese
agujero del techo se llega al Paraíso!
De pronto, en la oración, he caído en la cuenta. ¿Qué
ha hecho ese agujero para convertirse en un reflejo del Cielo? ¡Nada! ¡Sólo
permanecer!
Resulta que éste es uno de los focos más cercanos al
Sagrario. Y, cuando se fundió su bombilla, siguió en su posición (afortunadamente).
Son las ventajas de ser un foco... no se movió ni un milímetro. Permaneció
junto al Señor.
¿Y nosotros? ¿No dice Jesús que somos la luz del
mundo? Pero, es verdad... a veces se nos apaga la ilusión, la alegría... Hay
otros días que vamos con sobrecarga, y fundiríamos a más de uno... En fin,
muchos días, no luce nuestra bombilla.
Y, ¿entonces? ¡Pues a ponerse junto al Señor!
El reto de hoy es dar luz. Pero no la busques en ti:
querido foco, Cristo es la auténtica Luz. Deja que sea Él quien luzca a través
de ti. Para ello, te invito a que hoy vayas a una iglesia... y te sientes en el
primer banco, lo más cerquita de Él que puedas. No tengas miedo de presentarle
tus bombillas fundidas o tus subidas de tensión... Cristo las conoce. Ponlas en
sus Manos, permanece junto a Él y deja que te repare con su Amor. Y, hoy,
ilumina el día de una persona haciéndola sonreír. ¿Cómo? Pregúntale al
Electricista. Cristo te indicará cómo llegar a su corazón, ¡y la luz será
incomparable! ¡A iluminar, querido foco! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma