Las Posadas tienen su origen con el fraile agustino Diego Soria, quien introdujo en México la tradición de preparar el nacimiento de Jesús durante nueve días hasta la Navidad
Llega Navidad y con ella
las tradicionales celebraciones en preparación al gran acontecimiento del
nacimiento de Jesús. Entre ellas están las conocidas Posadas, muy arraigadas en
México, pero que también se festejan en países como Guatemala, El Salvador,
Panamá y en la comunidad latina de los Estados Unidos.
Con esta conmemoración,
que tiene lugar los nueve días antes de la Navidad, es decir, del 16 al 24 de
diciembre, se hace memoria del peregrinaje que realizaron María y José desde
que partieron de Nazaret hasta Belén, donde deben buscar un lugar para alojarse
para el nacimiento del Niño Jesús. Familias, amigos y vecinos se reúnen y
realizan representaciones en las que solicitan alojamiento como un gesto
simbólico del camino que realizó la Familia de Nazaret hasta el nacimiento de
Jesús.
Y ¿Cómo se realizan las
posadas? Ofrecemos a continuación los seis pasos que se deben tener en cuenta
para preparar la Natividad del Hijo de Dios por medio de las tradicionales
Posadas.
1. Lo primero es la
bienvenida. Se acostumbra que las Posadas ocurran en lugares diferentes cada
noche, por lo que es importante que los anfitriones estén atentos a sus
invitados. La acogida fortalece la buena convivencia y una buena actitud frente
a la celebración que tendrá lugar.
2. Es importante
procurar la integración, y una buena manera de hacerlo es a través de los
villancicos. Estos cantos, al expresar alegría, preparan los corazones
para lo que se conmemorará. Se aconseja que mientras se recibe a los invitados,
la familia anfitriona reparta entre los asistentes hojas con las letras de los
cantos para que así, poco a poco, todos se involucren en el festejo.
3. Rezar el Santo
Rosario. Qué mejor manera que preparar la Navidad junto con Nuestra Señora, por
eso se invita para que durante los nueve días de las Posadas se ofrezcan
oraciones a través de la oración mariana.
4. La Letanía y
procesión con las imágenes de los peregrinos María y José. Uno de los momentos
más significativos de las Posadas es la procesión que la familia anfitriona e
invitados realizan y en la que se representa el camino desde Nazaret hacia
Belén. Mientras transcurre este recorrido se canta la Letanía, que es una serie
de invocaciones que se cantan a la Virgen para alabarle en sus distintas
advocaciones. Antiguamente la Letanía se decía en latín, pero hoy se hace en
español para que los fieles comprendan mejor su significado.
5. La petición de la
Posada. Para vivir más profundamente el sentido de esta celebración, se sugiere
que una vez se llegue a la casa donde se pedirá posada, uno de los invitados
realice una pequeña reflexión en torno a la preparación de la Navidad y se haga
una petición por las necesidades de la comunidad o la familia. Al terminar la
reflexión y tras el canto de los versos en honor a la Sagrada Familia, se abren
las puertas de la casa para que los peregrinos ingresen como símbolo que la
familia anfitriona ha abierto las puertas de su hogar a María y José.
6. Convivencia y piñata.
Como un gesto fraterno, y alegoría de que se ha recibido en la casa a los
santos de Nazaret, los anfitriones viven con sus invitados un momento de
convivencia y alegría; comparten comida, se entregan los aguinaldos y se rompe
la piñata, que fue utilizada tiempo atrás por los evangelizadores para
simbolizar la tentación y los siete pecados capitales. Al culminar el
encuentro, las imágenes de José y María permanecen esa noche en la casa que le
sirvió de Posada, de donde partirán para su siguiente morada.
Las Posadas tienen su
origen con el fraile agustino Diego Soria, quien introdujo en México la
tradición de preparar el nacimiento de Jesús durante nueve días hasta la
Navidad. Su propósito fue contrarrestar las celebraciones que realizaban los
aztecas en honor a la dios del a guerra, las cuales tenían lugar precisamente
en el tiempo de Navidad.
