Pronto, muy pronto
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cada año me
sucede lo mismo. Siempre me asombro al descubrir, en pleno invierno, los
primeros brotes del almendro. No he podido evitar cortar unas pequeñas ramas y
llevárselas a la imagen de la Virgen que tengo en mi celda.
Ahí, a Sus
pies, no dejan de recordarme que el invierno no es eterno, que una nueva
primavera está por florecer y que, aun en medio del invierno, ya comienza a
estallar. Pronto, muy pronto, todo se llenará de color y de vida.
Jesús es la
verdadera flor del almendro que, en medio de cualquier invierno que podamos
atravesar, se abre camino para señalarnos que la victoria de la Vida sobre la
muerte está muy cerca.
Para Él no hay
caminos sin salida ni imposibles. Todo lo que para nosotros supone una
dificultad, Él puede transformarlo en un desafío, con la certeza de que, al
vivirlo con Él, siempre traerá una victoria. Él, incluso de la muerte, hace
brotar la Resurrección.
A medida que
cumplo años, me doy cuenta de que tenía idealizada una vida sin obstáculos,
dando por hecho que todo debería ser sencillo, fácil, cómodo… y toda clase de
adjetivos que, en realidad, no describen bien la vida. ¡Cuántas buenas
iniciativas dejamos a un lado ante la primera dificultad!
Y, sin embargo,
ahí está precisamente el entrenamiento del corazón: en el encuentro con la
realidad humana. Pero también es ahí donde podemos dejarnos moldear por Cristo.
Así, poco a poco, aprendemos a superar nuevos obstáculos, creciendo en
resistencia, en resiliencia y, sobre todo, en confianza en Él más que en
nosotros mismos.
Los apóstoles
que Jesús encontró a orillas del lago de Tiberíades no eran los mismos hombres
años después, cuando dieron testimonio hasta las últimas consecuencias de Aquel
que les había cambiado la vida.
Hoy, el reto
del amor es atravesar el invierno con la certeza de que llegará una nueva
primavera. ¡No te rindas! Porque vas con Quien te guía hacia la victoria.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
14 febrero 2025
Fuente: Dominicas de Lerma