6 CONSEJOS SANTOS SOBRE CÓMO PREPARARSE PARA LA SAGRADA COMUNIÓN

Existen innumerables guías sobre cómo prepararse para la Sagrada Comunión en la Misa, muchas de ellas escritas por santos u otros hombres y mujeres santos

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Es importante recordar que no existe una manera particular y correcta de prepararse y que el requisito principal para una Comunión fructífera es un corazón abierto y listo para recibir a Jesús.

Sin embargo, si te interesa lo que dijeron los santos, aquí está lo que recomienda San Francisco de Sales en su Introducción a la vida devota .

1. Prepara tu corazón antes de que comience la misa

Al principio, y antes de que el sacerdote suba al altar, haz tu preparación con él: poniéndote en la Presencia de Dios, confesando tu indignidad y pidiendo perdón.

2. Escucha las lecturas y medita sobre la historia de la salvación.

Hasta el Evangelio, reflexionemos sencilla y generalmente sobre la Venida y la Vida de nuestro Señor en este mundo.

3. Estad atentos a la enseñanza de Jesús en el Evangelio

Desde el Evangelio hasta el final del Credo, reflexione en las enseñanzas de nuestro amado Señor y renueve su resolución de vivir y morir en la fe de la Santa Iglesia Católica.

4. Ofrece tu corazón a Dios

Desde allí, fija tu corazón en los misterios del Verbo, y únete a la Muerte y Pasión de nuestro Redentor, ahora actual y esencialmente manifestada en este santo Sacrificio, que, juntamente con el sacerdote y toda la congregación, ofreces a Dios Padre, para su Gloria y tu propia salvación.

5. Deseo estar en unión con Dios

Hasta el momento de comulgar, ofreced todos los anhelos y deseos de vuestro corazón, deseando sobre todo fervientemente estar unidos para siempre a nuestro Salvador por su eterno amor.

6. Dar gracias a Dios

Desde el momento de la Comunión hasta el fin, agradece a Su Graciosa Majestad su Encarnación, su Vida, Muerte, Pasión y el Amor que manifiesta en este santo Sacrificio, pidiendo por medio de él su favor para ti, tus parientes y amigos y toda la Iglesia; y humillándote sinceramente, recibe devotamente la bendición que nuestro amado Señor te da por medio de su ministro.

Philip Kosloski

Fuente: Aleteia