Apremiante llamamiento de Francisco de un alto el fuego inmediato en Líbano, Gaza, el resto de Palestina, Israel
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«Que se libere
a los rehenes y se permita la ayuda humanitaria», una vez más insistiendo por
la paz, recordando a Ucrania, Sudán, Myanmar. «El fenómeno migratorio es una
oportunidad para crecer en la fraternidad», dice en la Jornada del Emigrante y
del Refugiado. Y después el anuncio de la apertura del proceso de beatificación
del rey Balduino
El Papa
Francisco, que sigue «con dolor y gran preocupación» la ampliación e
intensificación del conflicto en el Líbano, no se cansa de expresar su firme
deseo de que se resuelvan los conflictos en el mundo, que ahora se ha
convertido en un polvorín. Fueron sus palabras al final de la celebración
eucarística con Beatificación en el Estadio Rey Balduino, en Bruselas, al final
de su 46 viaje apostólico.
El del
Líbano es un mensaje atormentado
En particular,
la escalada de la guerra en el país de los cedros ocupa el pensamiento y las
oraciones de Francisco en el Ángelus:
“El Líbano
es un mensaje, pero en este momento es un mensaje atormentado y esta guerra
está teniendo efectos devastadores en la población: muchas, demasiadas personas
siguen muriendo día tras día, en Oriente Medio. Rezamos por las víctimas, por
sus familias, rezamos por la paz. Pido a todas las partes que cesen el fuego
inmediatamente en Líbano, en Gaza, en el resto de Palestina, en Israel. Liberad
a los rehenes y permitid la ayuda humanitaria. No olvidemos la atormentada
Ucrania.”
La migración
es una oportunidad para la fraternidad
Y en la Jornada
Mundial del Emigrante y del Refugiado, que se celebra hoy bajo el lema «Dios
camina con su pueblo», desde Bélgica, que, recuerda el Papa, «ha sido y sigue
siendo destino de tantos emigrantes», se renueva un llamamiento a Europa y a la
comunidad internacional:
“Consideren
el fenómeno migratorio como una oportunidad para crecer juntos en la
fraternidad, e invito a todos a ver en cada hermano y hermana emigrante el
rostro de Jesús, que se ha hecho huésped y peregrino entre nosotros.”
Gracias por
la acogida en el corazón de Europa
En la
culminación de un camino apostólico recorrido por este anhelo del que el jefe
de la Iglesia universal sigue siendo portavoz incansable, encomendarse a la
intercesión de María sigue siendo un puerto seguro y un apoyo espiritual
consolador. Al final de la misa en el estadio Rey Balduino de Bruselas, la
acción de gracias de Francisco por los reyes de Bélgica y los grandes duques de
Luxemburgo.
“Extiendo mi
"gracias" a todos los que, de muchas maneras, colaboraron en la
organización de esta visita; especialmente a los ancianos enfermos que
ofrecieron sus oraciones.”
Apertura del
proceso de beatificación del rey Balduino
Además, el
Pontífice anuncia una noticia que alegra mucho al pueblo belga: a su regreso a
Roma, se abrirá el proceso de beatificación del rey Balduino:
“Que su
ejemplo de hombre de fe ilumine a los gobernantes. Pido a los obispos belgas
que se comprometan con esta causa.”
Por último, el
Papa invitó a los presentes a rezar la oración mariana del Ángelus,
subrayando su valor de «síntesis del misterio cristiano». Una oración,
recuerda, muy popular en el pasado que «merece ser redescubierta» e insertada
«en medio de las ocupaciones cotidianas».
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