Suponen "una afrenta directa a la santidad de la liturgia", una "vergüenza para la Iglesia" y quien los comete, es culpable de "una grave traición a su sagrado deber".
Dominio público |
En la misiva, los obispos nigerianos llamaron a sacerdotes y
obispos a tomar "acciones
inmediatas" contra los abusos litúrgicos, que condenaron "con la
mayor firmeza" al catalogarlos no solo como "meros errores de
juicio", sino también como "violaciones del orden sagrado". "Y deben ser
tratados como tales", mencionaron.
Entre el amplio
listado de ejemplos de estos abusos, los obispos mencionaron el manejo
irreverente de la Eucaristía, desviaciones de las oraciones y rúbricas
prescritas de la Misa, el uso de música inapropiada y canciones seculares o
bailes indecorosos con la custodia que contiene la Eucaristía, realizar
demasiadas colectas en medio de la celebración litúrgica o el uso del púlpito
para perseguir intereses personales.
También se refirieron a la incorporación de costumbres locales incompatibles con
la fe bajo el paraguas de la inculturación,
la ausencia de vestimenta apropiada, la falta de preparación para la celebración, la invención
de ritos o la bendición de objetos no aprobados por la Iglesia.
"Estas graves violaciones no sólo son una afrenta directa a
la santidad de la liturgia, sino también una fuente de escándalo y vergüenza para la Iglesia en
Nigeria. Condenamos, en los términos más enérgicos posibles, todos y cada uno
de los abusos en el ámbito de la sagrada liturgia", remarcaron.
Asimismo, reiteraron que la liturgia "no es un espacio para la innovación personal" o una "plataforma para la autoexpresión del
celebrante", sino "un encargo sagrado, transmitido por la
Iglesia, que debe celebrarse de acuerdo con las normas y tradiciones
establecidas".
"Cualquier sacerdote que se atreva a desviarse de estas
normas es culpable de una grave traición a su sagrado deber y está extraviando a los fieles.
Estas acciones no son meros errores de juicio; son violaciones del orden sagrado y deben ser tratadas como
tales. Recordamos a nuestros sacerdotes que el altar no es un escenario para
representaciones teatrales, ni la liturgia un lugar para novedades”, subrayaba
el comunicado.
Los obispos remarcaron que las directrices sobre cómo debe
celebrarse la liturgia son "claras" y "deben seguirse sin
excepción", ya que "la
fidelidad a las leyes de la Iglesia no es opcional, es obligatoria. Los
fieles no merecen nada menos que la celebración verdadera y reverente de los
misterios de nuestra fe".
El comunicado se refería a los fieles afirmando que esperan de los
pastores "un liderazgo" y que es su "deber sagrado" garantizar
que la liturgia "se lleve a cabo con la dignidad y reverencia que
exige".
"La liturgia es un anticipo del banquete celestial, un
encuentro sagrado con lo divino, y debe celebrarse siempre con la máxima solemnidad y reverencia.
Cualquier acción que disminuya este encuentro sagrado debe ser condenada y
corregida con la seriedad que merece", aseveraron.
Los firmantes llamaron a obispos y sacerdotes a trabajar unidos
buscando que se cumplan dichas directrices, así como un compromiso renovado con
la celebración adecuada y fuel de la liturgia, garantizando que las celebraciones reflejen la
belleza, el orden y la santidad que pretende la Iglesia.
Antes de concluir, agradecieron "a todos los sacerdotes que,
en la celebración de la liturgia, permanecen fieles a las enseñanzas y
tradiciones de la Iglesia. Su compromiso con la reverencia, el decoro y la
fidelidad defiende la santidad de nuestro culto y sirve como un ejemplo
brillante para todos".
José María Carrera
Fuente: ReL