La Guardia Civil ha desarticulado una banda criminal que robaba los crucifijos de cementerios de Toledo para despedazarlos y fundirlos posteriormente
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Dominio público |
Su objetivo era robar los crucifijos de las
tumbas. Se hicieron con noventa. Tras el hurto, se montaron en una furgoneta
blanca y marcharon a un polígono industrial madrileño. Allí
les esperaba un sexto hombre para trocear los crucifijos. Posteriormente serían fundidos. Pero les había seguido la
Guardia Civil.
Momentos después de su
llegada, eran detenidos 'in fraganti' por la Guardia Civil. Eran cuatro rumanos
y dos paraguayos entre 19 y 38 años. Horas después, un séptimo hombre también
era detenido. Son los presuntos responsables del robo de crucifijos en 19
pueblos de Toledo. ''Intervenidos
1000 kilos de trozos de imágenes de cristos, una trituradora, 17.440 euros y
documentación sobre las compras/ventas'', informaba la Guardia Civil. La
operación ha sido bautizada como Operación Pasmulo.
Diecinueve
pueblos de Toledo llevan meses sufriendo robos de crucifijos en sus
camposantos. La oleada se recrudeció a finales de mayo. Son cruces de bronce o cobre que algunas
bandas roban y venden en el mercado ilegal. Cerca de dos
mil familias se han visto afectadas y han asistido con rabia y desesperación a estos robos tan
lamentables.
Aunque
esta detención y la tonelada de crucifijos justificarían los hurtos en
diecinueve pueblos de Toledo, a pesar de este logro, en la noche del sábado al
domingo el cementario de Villarrubia de Santiago, también de Toledo, ha sufrido un robo
semejante. Contando con este, los pueblos afectados han sido:
Lucillos, Cebolla, Lagartera, Alberche, Domingo Pérez, Erustes, Carriches,
Torrijos, Bargas, Turleque, Dosbarrios, Escalonilla, La Guardia, Noblejas,
Santa Cruz de la Zarzam, El Casar de Escalona y Los Yebenes.
Fuente: ECCLESIA