ADMINISTRADOR DEL OPUS DEI RESPONDE A MITOS SOBRE EL DINERO EN LA PRELATURA

Giorgio Zennaro, administrador de la ComisiĆ³n Regional del Opus Dei en Italia, respondiĆ³ a diversas preguntas relacionadas con el manejo econĆ³mico de la prelatura.

Mons. Fernando OcƔriz, celebrando la Misa.
CrĆ©dito: Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei/Flickr. 
Entre las interrogantes, destacan algunas sobre si la instituciĆ³n es rica, o quĆ© sucede cuando un miembro no tiene posibilidades de contribuir monetariamente.

El administrador sentenciĆ³ que, muy comĆŗnmente, se cree que el Opus Dei es rico “porque no se conoce de primera mano lo que es y lo que hace”. AdemĆ”s, considera que esta creencia tambiĆ©n debe a que se confunden “los bienes personales de algunos miembros” con los de la instituciĆ³n.

“Muchas veces se contempla un edificio bien acabado y no se sabe que ha sido realizado con un prĆ©stamo cuyos promotores se han comprometido como garantes”, expresĆ³ Zennaro en una entrevista publicada en el sitio web oficial de la prelatura.

“En cualquier caso, todo lo que el Opus Dei acompaƱa es para realizar una tarea de servicio, de educaciĆ³n y de evangelizaciĆ³n, abierta a todos. Y es fundamental considerar siempre la Obra como lo que es: una instituciĆ³n de la Iglesia que estĆ” al servicio de la Iglesia”, aƱadiĆ³.

A pesar de que en “La Obra” —como se conoce al Opus Dei por la traducciĆ³n de su nombre al espaƱol, “Obra de Dios”— existen algunos miembros que se pueden considerar ricos, el administrador precisĆ³ que tambiĆ©n los hay pobres. En el Opus Dei “mĆ”s o menos estĆ” representada toda la sociedad”, acotĆ³.

Si una persona no puede contribuir econĆ³micamente con las labores de la prelatura “no pasa nada, absolutamente nada”, remarcĆ³ Zennaro. Y destacĆ³ que los pequeƱos ofrecimientos y sacrificios del dĆ­a a dĆ­a tienen un gran valor espiritual, “como la ofrenda de la viuda que fue alabada por JesĆŗs en el evangelio”.

¿QuiĆ©n sostiene econĆ³micamente al Opus Dei?

El administrador manifestĆ³ que cada miembro de la prelatura se sostiene con su propio trabajo y que los gastos generales de la instituciĆ³n “se cubren con aportaciones de los miembros y amigos” que, como cristianos, deciden libremente apoyar al Opus Dei, donde “reciben formaciĆ³n cristiana”, tal y como lo harĆ­an con su parroquia y otras iniciativas de la Iglesia.

“Cada uno ayuda como puede y quiere. Alrededor del 75% de los miembros del Opus Dei son supernumerarios, en su mayorĆ­a casados, para quienes la santificaciĆ³n de los deberes familiares es parte fundamental de su vida cristiana: ellos destinan a las iniciativas apostĆ³licas, o directamente a la prelatura, la cantidad que desean, despuĆ©s de haber provisto para sus propios gastos y las exigencias de sus familias”, afirmĆ³ Zennaro.

“No existe una 'cuota fija', porque la cantidad especĆ­fica de la contribuciĆ³n de cada uno depende de las circunstancias y de la libertad de cada persona: es una cuestiĆ³n de generosidad y de discernimiento personal”, agregĆ³.

La autosuficiencia del Opus Dei

Zennaro precisĆ³ que en la prelatura dan mucha importancia a la autosuficiencia econĆ³mica de sus iniciativas y labores, ya que San JosemarĆ­a EscrivĆ”, fundador del Opus Dei, “quiso dejar muy en claro que las iniciativas apostĆ³licas debĆ­an apoyarse en sus propias fuerzas, en lĆ­nea con la secularidad y la responsabilidad personal de quienes las promueven”.

“Toda iniciativa debe ser autĆ³noma, es decir, no depender de ‘instancias superiores’ ni desde el punto de vista econĆ³mico ni desde el punto de vista de la gestiĆ³n y organizaciĆ³n. EstĆ” muy en lĆ­nea con el concepto de sostenibilidad a largo plazo, del que tanto se habla”, agregĆ³.

En ese sentido, seƱalĆ³ que su figura como administrador cobra especial relevancia dentro de la instituciĆ³n, para velar que los fieles vivan personalmente el desprendimiento y la sobriedad. 

“El mensaje del Opus Dei invita a cuidar las cosas pequeƱas, tambiĆ©n en el orden material, como manifestaciĆ³n del amor a Dios y a los demĆ”s”, expresĆ³. 

“La sobriedad se refiere, en primer lugar, a la vida personal de cada uno. Y luego la austeridad tambiĆ©n se manifiesta en tratar de hacer que las cosas duren mucho tiempo, de mantenerlas bien”, resaltĆ³ el administrador.

Por AndrĆ©s HenrĆ­quez