Hacer y deshacer
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
Sor Puri me pidió que le enseñase a tejer un
ángel de macramé. A sus 93 años, la tengo aprendiendo con la ilusión de una
niña. Es muy lanzada y, en cuanto entiende un paso, se anima a hacerlo ella
sola.
Ayer me vino a buscar porque había avanzado
mucho… pero había un punto por ahí que estaba un poco raro. En una cadena
bastante larga de nudos, ¡había hecho el primero al revés! Quise convencerla de
que casi no se notaba, pero me dijo con una sonrisa:
-¡¡Voy a deshacerlo y empiezo otra vez!!
¡Cómo me impresionó! A veces es muy fácil
buscar “apaños”, conformarse… pero se necesita un valor especial para reconocer
que se ha cogido el camino equivocado, ¡y desandarlo!
Precisamente eso fue lo que les ocurrió a los
dos de Emaús. Si te fijas, el camino de ida, en la narración, se hace
larguísimo: les da tiempo a hablar entre ellos, hablar con Jesús, invitarle a
cenar… Sin embargo, cuando descubren que ha resucitado, ¡la vuelta a Jerusalén
se resume en una sola frase! ¡¡Parece que la hicieron volando!!
“Nosotros esperábamos…” (Lc 24, 21). Este era
el lamento de los dos discípulos. Ya no esperan. Y cuántas veces también
nosotros tomamos caminos de tristeza y resignación. Sin embargo, Cleofás y su
compañero nos muestran la mejor consecuencia de encontrarse con el Resucitado:
¡¡¡ser capaz de desandar los caminos!!!
Nuestro Dios es el Dios de las segundas
oportunidades. Nada está perdido. Con Él siempre es posible empezar de nuevo.
Basta con ponerse a la luz de su Amor para que se iluminen nuestras tinieblas
y, si hemos dado “un nudo al revés”, ¡no pasa nada! En Él encontramos el valor
de deshacer… ¡y comenzar algo nuevo!
Hoy el reto del amor es rectificar. A lo largo
del día, pídele al Señor su luz para poder descubrir si tu camino se ha
desviado. Es fácil meter la pata, equivocarse, dar una mala contestación… pero,
de Su mano, podemos “deshacer” el camino con el perdón, ¡y volver a empezar!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
19 abril 2024
Fuente:
Dominicas de Lerma