¿Te has preguntado cuál es la profesión ideal de acuerdo a tu vocación? Al igual que tú, muchos santos se lo preguntaron, pero aquí te damos una guía eficaz
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Dice san Juan Pablo II que “todo llamado de Dios es una
historia de amor única e irrepetible”, por ende, escoger la profesión ideal de
acuerdo a los talentos y dones que Dios te ha regalado es un discernimiento que
marcará gran parte de tu vida y que tendrá un alto impacto junto a tu
vocación.
Entrevistamos a Justina Zoltowski -quien es
psicopedagoga y creadora del proyecto Vocatio, que consiste en ayudar a aquellos que están en
búsqueda de su profesión ideal- para conocer cómo dignificar el trabajo y hacer
un mundo mejor a través del servicio profesional.
Vocación y profesión
Antes de descubrir tu profesión, es importante
conocer tu vocación. Justina explicó que la vocación “es la inclinación que una
persona siente para dedicarse a un modo de vida, y puede estar relacionada
tanto con lo profesional (trabajo, carrera) como con lo espiritual”.
Vocación proviene del latín vocatio, vocationis,
que significa “acción de llamar”. Es decir, que la vocación laboral es un
llamado personal para poner nuestros dones al servicio de los demás.
Sin embargo, la vocación siempre
está inclinada hacia los demás, no se puede tener una vocación dada a sí mismo,
dice Justina.
¿Cómo descubrir a qué me llama Dios?
Una vez que sabes en qué consiste la vocación,
es momento de escoger la profesión ideal. Para ello, te dejamos las siguientes
recomendaciones que puedes considerar al momento de tu discernimiento
profesional y vocacional.
Analiza cuáles son tus gustos, tus intereses, e
incluso cuáles son tus virtudes, así como tu personalidad, valores y el estilo
de vida que anhelas tener. El autoconocimiento te ayuda a indagar más en ti y
en el plan perfecto que Dios quiere obrar con tus talentos.
Justina explica que, para descubrir tus
talentos, es fundamental pedirle a Jesús que te regale su mirada y que la
posicione en ti para poder reconocer todos los dos dones que Él te regaló,
y poder desarrollarlos para hacerlos crecer.
Solo ahí, en la intimidad con Dios, podrás
descubrir el verdadero propósito a lo que Dios te llama y te pide.
Una vez que reconozco como soy y lo que tengo
para dar a los demás puedo buscar qué formación o profesión es la que más me va
a ayudar a desarrollar esos talentos en el ámbito laboral.
El acompañamiento de la mano de un experto en
psicopedagogía, nos explica Justina, puede ayudar a “cuestionarte sobre
aquellas cosas que a veces son incómodas, o que incluso te puede costar ver en
ti, por comparación con los demás”.
Finalmente, no te frustres si aún no tienes
clara tu profesión. Al contrario, pide a Dios que “te permita mirarte como Él
te mira”. De esta forma no habrá duda alguna, puesto que “Dios no inspira
deseos irrealizables en el corazón”, decía santa Teresita de Lisieux.
Después de todo, la decisión que tomes de la
mano de Dios, y con la ayuda de un experto, debe ser siempre inclinada al amor,
solo así planificamos el llamado.
Karen Hutch
Fuente: Aleteia