Al final de la audiencia general, Francisco vuelve a denunciar los conflictos del mundo que, reitera, son siempre una "derrota" y exhorta a pensar en los niños en guerra y a rezar ante el pesebre: "Pidamos a Jesús la paz"
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(VATICAN MEDIA Divisione Foto) |
Hay dolor por
Tierra Santa y por la "atormentada" Ucrania, hay preocupación por los
niños en guerra, hay cercanía a las familias de las víctimas del terremoto del
noreste de China y de la explosión de Conakri en Guinea, hay aliento para la
ONG Mediterranea
Saving Humans que hace "un gran trabajo" salvando
tantas vidas en el mar. Todo esto hay en los saludos del Papa en varios idiomas
tras la catequesis de la audiencia general.
Interrumpido
por los aplausos de los fieles y de los grupos presentes en el Aula Pablo VI,
con la respiración entrecortada pero en tono solemne, Francisco vuelve a
denunciar la guerra -toda guerra- que hiere al mundo y que agrava la inminente
celebración de la Navidad.
"No
olvidemos a las personas y a los pueblos que sufren el mal de la guerra. Las
guerras son siempre una derrota, no lo olvidemos. Una derrota", dice.
Un pensamiento
para los pueblos en guerra
El Papa, como
en tantas otras ocasiones, nos recuerda también en esta última audiencia antes
de Navidad que los únicos que ganan con los conflictos son los fabricantes de
armas. Por eso llama por su nombre a los tres países donde en estas horas,
desde hace meses como en el caso de Tierra Santa, desde hace años en el caso de
Ucrania, la guerra está destruyendo toda esperanza de futuro.
"Por
favor, pensemos en Palestina, en Israel. Pensemos en Ucrania, aquí está el
señor embajador (Andrii Yurash, ed). La atormentada Ucrania, que tanto
sufre".
Rezar por la
paz ante el belén
También hay un
pensamiento para "los niños en guerra", seguido de una invitación a
acudir ante el belén: "Pidamos la paz a Jesús, que es el príncipe de la
paz". "En estos días, veremos a Dios acostado en un pesebre: es el
mensaje de Paz más fuerte para la vida de cada uno de nosotros y para el mundo
de hoy", había dicho poco antes el Pontífice en su saludo a los peregrinos
portugueses.
Aliento a la
labor de Mediterranea Saving Humans
En sus saludos
en italiano, el Papa se dirigió en cambio al grupo de Mediterranea
Saving Humans, una asociación de promoción social creada para testimoniar y
denunciar lo que sucede en el Mediterráneo y activa en el Mare Nostrum para
rescatar a los migrantes en el mar. El grupo está acompañado por el capellán
padre Mattia Ferrari. Mediterránea, dice el Papa, "se hace a la mar para
salvar a la pobre gente que huye de la esclavitud en África. Hacen un buen
trabajo estas personas, salvan a mucha gente".
Cerca de las
familias de las víctimas del terremoto en China y de la explosión en Guinea
A
continuación, la mirada del Pontífice se amplió a China, donde el pasado lunes
18 de diciembre un devastador terremoto de magnitud 6,2 sacudió las provincias
chinas de Gansu y Quinghai, en el noreste del país. El balance de víctimas
sigue aumentando: ya son casi 200 los muertos y unos 500 los heridos. Francisco
está "cercano con afecto y oración" a las poblaciones que sufren:
"Animo a
los servicios de socorro e invoco sobre todos la bendición del Todopoderoso
para que traiga consuelo y alivio en el dolor".
Con igual preocupación, el Obispo
de Roma expresa su cercanía a las familias de los fallecidos y heridos en la
explosión que tuvo lugar en Conakry, capital de Guinea, donde ocho personas
murieron y 84 resultaron heridas en la madrugada del lunes en la deflagración
de la principal terminal petrolífera de África Occidental: "Expreso mi
cercanía a las familias de los fallecidos y heridos. Que Dios les sostenga y
les doy esperanza", dijo el Papa.
Bendición de
la iniciativa de Cáritas en Polonia
Y, para
concluir, saludando a los polacos, recordó la iniciativa de Cáritas que se
desarrolla en el país, titulada "Ayuda a los niños en Nochebuena". Un
proyecto caritativo en el que las velas de Cáritas se encienden en las mesas de
las familias más pobres: "Son una expresión de solidaridad con los niños
necesitados en Polonia y en los países golpeados por la pobreza", dice el
Papa Francisco. "¡Los bendigo de corazón y bendigo las velas de
Cáritas!".
Salvatore
Cernuzio - Ciudad del Vaticano
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