En su carta semanal, Demetrio Fernández denuncia que "tenemos tanta prisa que no nos da tiempo a detenernos para escuchar sus necesidades"
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Dominio público |
Así lo ha
destacado Demetrio Fernández en su carta semanal y que ha publicado la web de
la díócesis andaluza, señalando que "las imágenes de los
pobres nos conmueven, pero tenemos tanta prisa que no nos
da tiempo a detenernos para escuchar sus necesidades".
Además,
según ha indicado, "delegar en otros es fácil, dar una limosna es un buen
gesto, pero ante la realidad de los pobres, un cristiano tiene que implicarse
en primera persona, tiene que tocar la carne de
la pobreza en directo".
Por eso y con motivo
de la celebración de la VII
Jornada Mundial de los Pobres, el obispo ha
argumentado que la cuestión es "poner a los pobres en el centro de la vida
de la Iglesia, e interrogarnos cada uno qué lugar ocupan los pobres en nuestra
vida. Hasta qué punto somos sensibles a sus necesidades, hasta qué punto nos
dejamos interpelar por sus carencias, invitándonos a nosotros al despojamiento
de tantas cosas superfluas".
En
definitiva y según ha concluido Demetrio Fernández, "sólo un corazón
pobre puede acercarse a los pobres. En este sentido, los
pobres nos evangelizan, nos interpelan, nos invitan a cambiar de vida. Ellos
nos resultan molestos, pero nos hacen un gran favor, desinstalándonos de
nuestras comodidades, al estilo de Cristo".
Fuente: ECCLESIA