«JESÚS CASI PARECE UN SUPERHÉROE PERO LOS NIÑOS NO LO CONOCEN BIEN»

El sacerdote Pedro de la Herrán ha escrito el libro Jesús para que después de hacer la Primera Comunión los niños ­y sus padres puedan encontrarse con Él de forma más personal

Ilustración: Mariola Borrel. Dominio público
Luis leía un rato con su madre todas las noches. Por su Primera Comunión le regalaron un libro. «Cada noche, al terminar, le decía a su madre: “¿Puedo quedarme un rato más?”». Pero ella se dio cuenta de que «cada vez apagaba la luz más tarde». Al decirle que era hora de dormir, insistía: «¡Déjame terminar este capítulo!». 

El libro se titula Jesús y se acaba de presentar. Quien cuenta esta anécdota es el sacerdote Pedro de la Herrán, uno de sus autores.

El padre Pedro tuvo la idea porque un amigo suyo, un sacerdote chileno, había escrito un libro, también titulado Jesús, para adultos. «Era una narración fuerte que quería impactar. Vi que había que hacer algo parecido para chicos en torno a los 10 años». ¿Por qué esa edad? «Han hecho ya la Primera Comunión y, a veces, hay un vacío, porque la recibieron muy ilusionados, pero dejan de ir a Misa porque sus padres no van». Además, es una época en la que «empiezan a formar pandillas» y falta poco para que su cuerpo empiece a cambiar con la pubertad.

Al padre Pedro le parecía muy importante ofrecerles en ese momento un libro que los lleve a conocer bien a Jesús y que les llame la atención. A veces, los niños solo saben cosas sueltas sobre Él: «Han leído parábolas o algunos milagros y casi les puede parecer un superhéroe, pero no lo conocen bien». Por eso, este sacerdote quería presentar toda su historia: que siendo Hijo de Dios se hizo hombre y después de enseñar y hacer milagros murió y resucitó para salvarnos. Así, los niños «pueden tener un encuentro personal con Él». 

Para escribir Jesús, el sacerdote formó equipo con Gloria Galán, que «escribe de forma muy amable y simpática». Además, aunque contábamos antes que a Luis le gustaba avanzar por su cuenta, ellos lo pensaron desde el principio para que lo lean juntos padres e hijos. A Pedro le da pena que muchos padres, «sin mala voluntad», pero quizá porque se han alejado un poco de Jesús o no tienen tiempo, no hablen de la fe con ellos. «La familia es el lugar adecuado para que la fe crezca». Más aún, él piensa que la catequesis se tendría que hacer en casa y que este libro podría ayudar «si algún párroco se atreve a empezar». 

No hace falta llegar a eso. Está convencido de que simplemente leer este libro con los chicos es bueno para los padres. También pueden disfrutar viendo juntos, en un móvil o una tableta, los contenidos extra que tiene y que se abren con un código QR. Hay fragmentos de películas y canciones. Y, además, cada capítulo lleva la historia de un chico o chica real que «se ha enamorado de Jesús» y le ha seguido de forma heroica. «Los niños se quedan con la boca abierta».

María Martínez López

Fuente: Alfa y Omega