El Papa reconoce el martirio de un siervo de Dios y las virtudes heroicas de otros ocho, entre ellos cuatro laicos
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Dominio público |
Está
considerado como un gran pedagogo, sobre todo, en el ámbito de la educación
infantil, dónde innovó con nuevos métodos para enseñar a leer y escribir a los
más pequeños. Pero también se dedicó a los pobres y los enfermos y promovió la
Adoración Nocturna en Zaragoza. Por su labor, en 1973 le fue concedida la Medalla
al Mérito en el Trabajo. Con el padre Joaquín Erviti Lazacano, escribieron el
libro de iniciación a la lectura Chiquitín que
se editó desde 1947 hasta 1977 y que se usó en numerosas escuelas.
«El ángel surfista» y un hospital para el
Amazonas
Junto al padre Díez hay otros 7
siervos de Dios cuyas virtudes heroicas también ha reconocido el Papa. Cuatro
de ellos son laicos. El primero es el italiano Arnaldo Canepa, catequista
fundador de los Oratorios Romanos que dedicó cuarenta años a esta obra.
También avanza la causa de otra
laica romana, Lorena D’Alessandro, que murió en 1981 con solo 17 años después
de una vida de enfermedad. La tercera de las laicas es también italiana, Maria
Cristina Ogier, que falleció en 1974 a los 19 años y también después de una
larga enfermedad. Durante dos años pidió donaciones para enviar un
barco-hospital al Amazonas y lo consiguió. El último de los laicos es el
seminarista brasileño Guido Vidal França Schäffer, conocido como «el ángel
surfista». Guido era seminarista y murió en 2009 tras un golpe fatal mientras
practicaba surf. Decía que era en el mar donde más sentía la presencia de Dios.
Hay dos religiosas en esta lista.
Una de ellas es también brasileña, la carmelita descalza sor Margarida do
Coração de Maria, llamada «apóstola» del Corazón de Jesús y fallecida en 2005;
y la italiana sor Edda Roda, religiosa capuchina fallecida en 1995 volcada en
la catequesis y la misión.
Benedicto XVI: Baba Simon, un
modelo para los sacerdotes
El último de los siervos de Dios
cuyas virtudes heroicas han quedado reconocidas en este decreto es el sacerdote
camerunés Simon Mpeke, convertido al cristianismo de una familia pagana, y que
fue conocido por su dedicación pastoral. Fue el primer misionero camerunés
Fidei Donum. Durante su viaje a Camerún de 2009, Benedicto XVI presentó a Baba Simon, como se le conocía, como un modelo para los
sacerdotes. Falleció en 1975 en Camerún.
Giuseppe Beotti, asesinado por los nazis
por no abandonar a su comunidad
Este sábado, el Pontífice además ha reconocido el martirio del joven sacerdote italiano Giuseppe Beotti fusilado en 1944 por los nazis con tan solo 32 años. Era párroco de Sidolo, un pequeño pueblo de los Apeninos. Al comenzar la guerra, hizo de su parroquia una casa de puertas abiertas para judíos, partisanos y soldados heridos. Durante las incursiones de los alemanes, fue capturado y asesinado junto con un clérigo, Italo Subacchi y un sacerdote, Francesco Delnevo. Los nazis acabaron con su vida porque no quiso marcharse de Sidolo pese a la amenaza de los alemanes de matar a todos los sacerdotes que encontraran a su paso.
Ángeles
Conde Mir
Fuente:
Alfa y Omega