Como tantos migrantes, Alpha llegó a España en un barco de plástico desde Marruecos. La atención integral y fraternal de la 'Merced Migraciones' le ha permitido salir adelante
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Alpha Dallo. Dominio público |
Esa esperanza que se ha labrado en estos años gracias a su
esfuerzo y al acompañamiento de la fundación
católica 'Merced Migraciones', que desde hace más de tres
décadas trabaja por la protección y la promoción de la inclusión de personas
migrantes y refugiadas en situación de vulnerabilidad.
Poco después
de la entrevista concedida a ECCLESIA hace un año con motivo de la Jornada Mundial del Migrante, que la Iglesia
celebra cada 25 de septiembre, este joven africano de 22 años
encontró un empleo en el sector de la hostelería, en Valladolid. Su situación está regularizada, tal y como
nos ha contado.
“En este último año la vida me ha cambiado
mucho. El idioma lo llevo mejor, tengo trabajo y me siento bien. Estoy
trabajando en un bar de Valladolid, con contrato indefinido de cuarenta horas”,
ha asegurado.
"Es una educación integral en todos los sentidos"
Su
testimonio es un ejemplo de que con una buena acogida y acompañamiento
integral, los migrantes pueden integrarse en nuestra sociedad. Como tantos
jóvenes que llegaron al Primer Mundo en condiciones infrahumanas por tierra o
mar, Alpha Dallo no tenía donde ir, hasta que fue
acogido por la Fundación 'Merced Migraciones', que le
proporcionó un techo y una atención integral.
“Desde el
momento en el que llegan, la acogida es clave para darles todo tipo de apoyo”, remarca a ECCLESIA Susana Mozo, responsable
de la fundación en la capital castellano-leonesa: “Es una educación
integral en todos los sentidos y quienes aprovechan la
oportunidad salen adelante como Alpha, porque consiguen tener su documentación
en regla, aprenden el idioma, una educación integral, comida, etc.”
Un trabajo psicológico y social con el que
estos migrantes evolucionan de manera positiva: “Una vez que tienen un buen
nivel de español, realizan cursos de formación para acceder a un puesto de trabajo,
como Alpha”.
De la tristeza a la esperanza: el cambio de Alpha Dallo
gracias al apoyo de los Mercedarios
En los
primeros meses, Alpha Dallo se sentía triste. Solo pensaba en marcharse a
Francia porque el Castellano se le atragantaba. Pero el apoyo
de la fundación fue decisiva para que el guineano no se rindiera: “Sabía que
con paciencia algún día todo iba a cambiar. Me he apoyado en los educadores y
ha cambiado mucho las cosas”, ha subrayado.
En la actualidad, Dallo continúa viviendo en
una de las viviendas de 'Merced Migraciones' para forjar un colchón económico
que le permita independizarse y pagarse un alquiler. Cree que pronto lo
conseguirá: “Pronto podré dejarlo. La fundación me dejó vivir aquí dos meses
para ahorrar y pagar un piso compartido”, ha reiterado en ECCLESIA.
De cara al
futuro, Alpha no quiere quedarse estancado laboralmente, y ya está estudiando
para sacarse el carnet de conducir y, más adelante, tratar de obtener el
permiso para conducir camiones: “Son personas que vienen con
mucha mochila, pero con trabajo día a día, escuchar a la persona sin mirar su
procedencia o color de piel, se puede conseguir una evolución muy positiva”, ha
puntualizado Susana Mozo.
Fuente: ECCLESIA