“Perdiendo el tiempo”
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
He empezado a
trabajar con el Belén, pues, aunque falta mucho, es la primera vez que lo hago
y quería intentar hacer un edificio.
Llevé todo el
material para empezar a cortar, pegar, lijar... Lo primero que me encontré es
que había que dividir el edificio, entender la estructura, ¿cómo funcionan los
arcos, cómo está dispuesta la piedra? Las medidas del boceto tenían que
cuadrar, familiarizarse con el material… Solo el dibujo me llevó toda una
tarde. No era tan rápido como pensaba, era un proceso largo.
Me descubrí
sumergida en ello, fuera del tiempo, disfrutando de lo que tenía entre manos y
me di cuenta de que era cuestión de ir caminando paso a paso con tiempo y
paciencia, cuidando cada parte y viéndola como una meta en sí misma, y ya algún
día llegaré a ver el “todo”, pero cada parte necesita de su cuidado y atención.
En la oración,
el Señor me mostraba que así trabaja en mi vida: en cuántos momentos quiero
apresurarme y ver el edificio terminado, pero apenas veo la escuadra y el
cartabón con los que se empieza a dibujar la planta. Queremos ver el resultado
final: si queda bien, si sale… Ver el edificio que el Señor está construyendo
con nosotros, recibir respuestas, entender.
Sin embargo, el
Señor, es el arquitecto de la ternura, del amor, y quiere hacer de tu vida algo
maravilloso, un edificio único que ya ha empezado en lo que llevas de vida,
aunque ahora no lo veas o aún no entiendas el porqué de ciertos ladrillos o
piedras puestas de esa manera. Todo tiene sentido y lo descubrirás en tu presente.
Ya llegará el día en que puedas mirar atrás, admirarte con cada parte
construida en tu vida.
Aprender a
perder el tiempo saboreando nuestro presente, con lo que tenemos entre manos
porque Él está ahí. Cada día es una oportunidad para amar, para construirte y
construir desde el Señor. Vivir en el presente hace que la incertidumbre se
convierta en confianza.
Jesús nos
muestra con su vida esta manera de vivir: tantos años preparando su corazón,
aprendiendo, trabajando, y después nos muestra el valor de cada momento estando
sin prisa con la gente, enseñando con paciencia, escuchando, orando… Sin prisa:
siempre confiando y amando.
Hoy el reto del
amor es que pierdas el tiempo con lo que el Señor ponga en tus manos para
construir este día. No mires a lo siguiente, goza de esos momentos con ese
amigo, con ese niño, enfermo… En esa actividad o personas que se acerquen a ti
en el trabajo, es momento de construir poco a poco y de saborear a Cristo en tu
presente.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
16 agosto 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma
