“Hemos de actuar defendiendo lo auténticamente humano, o como dice el Papa Francisco, defender y luchar en pro de la ecología integral”
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El Arzobispo de Valencia (España), Cardenal Antonio Cañizares. Crédito: Archidiócesis de Valencia (España) |
El Arzobispo de
Valencia (España), Cardenal Antonio Cañizares, ha llamado a actuar “de manera
proactiva, no reaccionaria” al desafío de un “proyecto” que conlleva aparejada
una crisis del hombre y el debilitamiento de las instituciones básicas,
incluida la Iglesia.
“Hemos de
actuar defendiendo lo auténticamente humano, o como dice el Papa Francisco,
defender y luchar en pro de la ecología integral”, incide el Cardenal
Cañizares.
En concreto, el
Purpurado considera, a través de una carta pública, que el plan “que parece se
pretende imponer” también está relacionado con una crisis de principios morales
y de valores que busca devaluar la familia, la escuela, la universidad y los
medios de comunicación.
Según detalla
el Arzobispo de Valencia, “lo más sustancial” del proyecto se caracteriza por
vivir por encima de las posibilidades, la especulación financiera, el aumento
de los casos de corrupción o colocar “el tener por encima del ser”.
Asimismo,
considera que son síntomas de una crisis de valores y de la caída en el
relativismo los índices de natalidad en Europa “y especialmente en España” y la
“desfiguración” de la verdad de la familia y la posibilidad del “divorcio
exprés”.
También lo son
que “se ha perdido el sentido de la eternidad y de Dios”, la existencia de una
amenaza a “la vida no nacida o en fases delicadas” que la inmigración “no
constituye una expresión de generosidad europea sino más bien de egoísmo”.
Actitudes
personales
El Cardenal
Cañizares, señala en que más allá de las soluciones técnicas, económicas y
financieras, también necesarias, “nuestros auténticos problemas y males residen
en las actitudes y comportamientos individuales”.
En este sentido
subraya la falta de convicción, la debilidad en la defensa de los valores
propios, la cobardía, el relativismo, o lo políticamente correcto como
“enfermedades y males” con una “enorme capacidad de contagio entre
nosotros”.
El Purpurado
augura que la crisis de valores será más difícil de hacer frente que la crisis
económica actual porque cuando “se pierde el sentido de la vida y con él la
esperanza y la capacidad de afrontar las dificultades, no hay razones últimas
para esperar, no hay esfuerzo ni capacidad de sacrificio para superar
problemas”.
Por Nicolás de
Cárdenas
Fuente: ACI
Prensa