¿Cuál es la doctrina de la Iglesia sobre la propiedad privada? ¿Qué dice el Papa Francisco al respecto? La respuesta del teólogo
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¿Cuál es la
doctrina de la Iglesia sobre la propiedad privada? En la «Laudato si'», el Papa
Francisco escribe que «La tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o
intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó la función social de
cualquier forma de propiedad privada».
Mario Galli
Responde
Leonardo Salutati, profesor de Teología Moral
El 1492, fecha
del «descubrimiento» de América por Cristóbal Colón, es el año que marca el
final de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna, dando paso en Europa a
la expansión de las actividades comerciales, a la transformación gradual de la
riqueza y, con la afirmación de las nuevas clases mercantiles ricas, la
imposición de una nueva visión de la propiedad individual de los bienes
materiales.
Las corrientes
de pensamiento imperantes, bien expresadas en las tesis de Jean Bodin (1529-96)
en Francia y John Locke (1632-1704) en Inglaterra, incluirán el concepto de
propiedad como un derecho primario del ciudadano merecedor de protección
absoluta, encontrando una amplia difusión en países que habían adoptado modelos
económicos liberalistas y marcando un punto de inflexión en la historia
económica y social. La razón fundamental del éxito de esta visión está bien
expresada por F.A. von Hayek (1899-1992), quien ve en la propiedad privada el
primer elemento de libertad: «la única solución descubierta hasta ahora
por los hombres para resolver el problema de conciliar la libertad individual
con la ausencia de conflictos».
Actualmente el
derecho a la propiedad privada está reconocido y garantizado, aunque si con
diferentes matices, como ius utendi et abutendi en todos los países
de economía de mercado, que constituye el propietario como el propietario
absoluto sin ninguna obligación para con nadie.
La visión
cristiana siempre ha sido diferente y lo que el Papa Francisco dice en la
Laudato si es lo que la Iglesia siempre ha enseñado. Encontramos una
disposición orgánica de esta visión en la Summa Theologiae de Santo
Tomás de Aquino que, retomando la rica enseñanza bíblica y la igualmente rica
reflexión de los Padres de la Iglesia, ofrece una síntesis que aún hoy constituye
el punto de referencia indispensable, constantemente repropuesta a partir de
la Rerum novarum, el primer documento de la Doctrina Social de la Iglesia,
hasta las últimas encíclicas y afirmaciones del Papa Francisco.
Santo Tomás
recuerda que Dios es el único «propietario» absoluto de todas las cosas,
pero él mismo preordenó que todas las cosas servirían al sustento del hombre,
el cual es un «administrador» de ellas con el poder de usarlas, porque «la
propiedad privada o un cierto dominio sobre los bienes externos aseguran a cada
cual una zona absolutamente necesaria de autonomía personal y familiar, y deben
ser considerados como una ampliación de libertad humana «.
Sin embargo,
nunca debe olvidarse que «toda propiedad privada, por su naturaleza, tiene
también un carácter social, que se basa en el destino común de los bienes»
(Gaudium et Spes 71; cf. también Centesimus Annus n. 30). Descuidando esta
dimensión, “la propiedad muchas veces se convierte en ocasión de ambiciones y
graves desórdenes» (Gaudium et Spes 71).
Por esta razón,
Santo Tomás recuerda que «el hombre no debe considerar las cosas como
exclusivamente suyas, sino que debe estar dispuesto a participar ampliamente en
las necesidades de los demás», como también recuerda desde el principio la Doctrina
Social de la Iglesia (Cfr. Rerum novarum n. 19) en conformidad con el principio
del destino universal de los bienes(cf. Gaudium et spes n. 71) que prevalece
sobre el derecho de propiedad, en cuanto el propietario no goza de un ius
utenti et abutendi (derecho de uso y abuso) sino de un «potestas procurandi et
dispensandi» (facultad de procurar y administrar).
Toscana Oggi
Fuente: Aleteia