En los planes de Gianela no estaba ser madre por razones laborales. Cuando los médicos le dijeron que estaba embarazada sintió rechazo, pero todo fue cambiando
![]() |
| Dominio público |
“Tenía miedo
porque trabajaba con un horario fuerte, estudiaba.... no me proyectaba ser
mamá. Tenía otras metas y no ser madre. Me sentí deprimida porque no
tenía ganas de hacer nada, lloré mucho y sí, pensaba en el aborto porque no
podía”, ha relatado en uno de los testimonios favorables a
la vida que grabó la Conferencia Episcopal Española.
Gionela
contaba con el apoyo de su familia para sacar adelante a Valentina, pero no la
de su pareja, quien le instaba a interrumpir
voluntariamente su embarazo: “Me lo daba a entender, y yo
le contesté que él era muy dichoso, porque siendo hijo único su madre decidió
no abortar, y gracias a que su mamá le tuvo es como es hoy”, comenta.
Pese a que
su pareja optó por ayudarla, finalmente no fue así: “Dejé mi trabajo y me
compré el pasaje del viaje, y cuando él tenía que hacerlo también finalmente no
vino y me dejó”. Fue un momento crítico para Gionela,
quien se encomendó a Dios para salir adelante.
“Le pedí a Dios ayuda en esta situación porque
no tenía apoyo de mi pareja. De mi familia sí, pero no terminé mis estudios.
Nadie se ha muerto teniendo un hijo. Seré mamá soltera pero seguiré adelante”,
asegura convencida de su decisión.
Fuente: ECCLESIA
