Durante la Misa que clausura este encuentro, el Papa ha elogiado a las familias que han usado su libertad para amar a las personas pese al mundo caótico que propone el mundo actual
El Papa Francisco ha puesto el acento en la riqueza
de “experiencias, propósitos, sueños” pero también “las preocupaciones y las incertidumbres” que
han experimentado las miles de familias que han participado en Roma en el marco
del X Encuentro Mundial de las Familias, y
que el Santo Padre ha clausurado este sábado.
Dominio público
Durante su homilía, el Santo Padre ha hecho
referencia al anhelo de libertad en la sociedad actual, que tiene que ver con
cuestiones culturales, sociales o económicas aunque, a juicio de Francisco, la
mayor parte de las personas carecen de la libertad más importante, “la
interior”.
“La libertad que nos da Dios no
es la falsa y vacía libertad del mundo, que en realidad es un pretexto para
satisfacer los deseos carnales”, ha expuesto.
En este
sentido, el obispo de Roma ha instado a las familias a “no usar vuestra
libertad para vosotros mismos, sino para amar a las personas que Dios ha puesto
a vuestro lado. En vez de vivir como “islas”, os habéis
puesto al servicio los unos de los otros”, ha afirmado
durante la homilía, y ha añadido que “la familia es el lugar del encuentro, del
compartir, del salir de sí mismos para acoger a los otros y estar cerca de
ellos. Es el primer lugar donde se aprende a amar”, señala.
No obstante,
Francisco advierte que esta convicción no siempre se cumple en un mundo
complejo como el actual, marcado por la precariedad y el caos que hace que los
padres en muchas ocasiones se conviertan en seres “ansiosos, a otros
sobreprotectores, y a veces termina incluso por impedir el deseo de traer
nuevas vidas al mundo”.
Frente a estos factores desestabilizadores, el
Papa llama a los católicos a defender la familia: “No dejemos que se contamine
con los venenos del egoísmo, del individualismo, de la cultura de la
indiferencia y del descarte, y pierda así su ADN que es la acogida y el
espíritu de servicio”.
El Papa argentino ha recordado a los
matrimonios que no hay nada más estimulante para los hijos “que ver a los
propios padres vivir el matrimonio y la familia como una misión, con fidelidad
y paciencia, a pesar de las dificultades, los momentos tristes y las pruebas”.
Fuente: ECCLESIA