Lo importante va por dentro
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día me
fui con sor Amada a guardar las capas negras. Nos las quitamos en la Vigilia
Pascual y ahora toca guardarlas hasta el 2 de noviembre, día de Todos los
fieles difuntos. Para ello, en la ropería tenemos un arcón enorme donde poder
ponerlas muy estiradas y que no se arruguen. Pero, claro, un poco hay que
doblarlas…
Así pues, sor
Amada me fue explicando el proceso: en una mesa grande se extiende la capa… se
dobla por la mitad… otra vez por la mitad…
El proceso no
es difícil, pero tiene truco: hay que meter las manos por dentro de cada
doblez, estirándolo a conciencia, para asegurarse de que no quedan arrugas
escondidas. ¡Y es verdad! Muchas veces a simple vista parecía que la capa
estaba perfecta, pero, al palparla por dentro, ¡encontraba arrugas!
Y, a fuerza de
repetir, me di cuenta de que el doblez más importante… era el primero. Como al
principio se te quede arrugado, ¡vas apañado, porque a cada paso se arruga más!
Lo mismo ocurre
en nuestro día a día: si comienzas la jornada con mal pie, ¡luego es difícil
remontarla! Y los “dobleces sencillos” se convierten en auténtica odisea.
Por eso me
impresiona tanto descubrir en el Evangelio que Jesús se levanta “de madrugada”,
“muy temprano”… para estar con su Padre. Como buen Maestro, ¡sabe bien de la
importancia del “primer doblez del día”!
En efecto,
reservar unos minutos antes de empezar el día para estar con Cristo puede que,
externamente, no suponga mucha diferencia. Todas las capas parecían perfectas
en el primer doblez… la clave está en que Cristo es capaz de acariciar lo
profundo de tu corazón para borrar todas las arrugas.
Su amor llega
donde nadie más puede llegar. Y no solo es paciente, ¡es constante! No acumules
arrugas por dentro: si, mientras vas “doblando” la jornada, aparecen nuevos
pliegues, en todo momento está disponible para ti, ¡sin importar las veces que
necesites “desarrugar” tu corazón!
Y, al llegar la
noche, nada mejor que dejar el día en el arcón del corazón de Cristo,
confiándolo a su misericordia… ¡para empezar de nuevo con el contador a cero!
Hoy el reto del
amor es cuidar “el primer doblez”. Quizás acabas de amanecer, o tal vez lleves
ya mucho tiempo despierto… pero ahora es un buen momento para hacer un alto con
el Señor. Disfruta de estar con Él y deja que su amor inunde tu corazón, ¡hasta
borrar las arrugas más profundas! Tu agenda seguirá igual, ¡pero te aseguro que
tu día va a ser distinto!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
05 mayo 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma