Condé
Nast Copertina di Vanity Fair con Papa Francesco |
El semanario propone el mensaje de «Fratelli Tutti»
(Hermanos todos), que es también el título de su última encíclica: ”Estamos
todos en el mismo barco, debemos convertirnos en una gran familia humana».
Este es el mensaje que el Papa Francisco nos confía –
se lee en la portada de la revista – para afrontar el 2021 con amor y
esperanza.
Respeto y amor
“Y hoy estamos orgullosos de este número que trae de
vuelta dos grandes temas queridos por el Papa y también fundamentales para
Vanity Fair: el respeto y el amor por la diversidad, toda la
diversidad. Y la esperanza de que la vacuna esté al alcance de todos,
sin distinción ni nacionalismo, y especialmente de los más vulnerables y necesitados».
En la portada está representado el rostro sereno del
Pontífice que recuerda una frase de San Francisco, “Fratelli tutti», una
invitación universal dirigida a cada hombre y mujer para ser una gran familia
humana más allá de la diversidad, de hecho sólo podremos vivir bien aceptando,
amando y respetando la diversidad de todos».
Un mensaje que Vanity Fair ha decidido traducir a
diferentes idiomas para su portada junto a la imagen del Papa. “Jorge Mario
Bergoglio, 84 años, es el 266º Pontífice: de San Francisco de Asís ha heredado
no sólo el nombre sino también el deseo de abrazar toda la diversidad”.
Marchetti presentó este número especial que llega a
los quioscos después de meses de pandemia y en los primeros días del año nuevo:
«Lo hacemos para recordarnos que ‘de una crisis como ésta no se sale igual,
sino mejor o peor’, como recordó Su Santidad en su homilía de Pentecostés».
Asimismo, hay una contribución concedida por el Papa
al número 2-3 de Vanity Fair. Es el texto de una reelaboración de la bendición Urbi
et Orbi que Francisco leyó el 25 de diciembre de 2020.
Amor y cuidado
Después de «oscuridad e incertidumbre» aparece una
«luz de esperanza»: la vacuna. El Papa Francisco se dirige al mundo para
recordar que el nuevo camino sólo puede ser tomado juntos.
“En este momento de la historia, marcado por la crisis
ecológica y los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la
pandemia de coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad. No una
fraternidad hecha de bellas palabras, ideales abstractos, sentimientos vagos…
No.
Una fraternidad basada en el amor real, capaz de
encontrar al otro que es diferente a mí, de simpatizar con su sufrimiento, de
acercarse a él y cuidarlo aunque no sea de mi familia, mi grupo étnico, mi
religión; es diferente a mí pero es mi hermano, mi hermana.
Y esto también es cierto en las relaciones entre
pueblos y naciones: ¡hermanos y hermanas!
Luz de
esperanza ante oscuridad e incertidumbre
Francisco sostiene que, hoy en día, en esta época de
oscuridad e incertidumbre a causa de la pandemia, aparecen varias luces de
esperanza, como los descubrimientos de vacunas.
Pero para que estas luces iluminen y traigan esperanza
a todo el mundo, deben estar disponibles para todos. No podemos dejar que los
nacionalismos cerrados nos impidan vivir como la verdadera familia humana que
somos.
Tampoco podemos dejar que el virus del individualismo
radical nos supere y nos haga indiferentes al sufrimiento de otros hermanos y
hermanas. No puedo ponerme por delante de los demás, poniendo las leyes del
mercado y las patentes de invención por encima de las leyes del amor y la salud
de la humanidad”.
El rostro de
Dios en cada hermano
Dirigió su mensaje a “líderes estatales, empresas,
organismos internacionales» para que promuevan la cooperación y no la
competencia, y busquen una solución para todos: vacunas para todos,
especialmente para los más vulnerables y necesitados en todas las regiones del
Planeta”.
“Ante un desafío que no conoce límites, no se pueden
erigir barreras. Estamos todos en el mismo barco. Cada persona es mi hermano.
En cada uno veo el rostro de Dios reflejado, y en los que sufren veo al Señor
que pide mi ayuda. Lo veo en los enfermos, los pobres, los desempleados, los
marginados, los migrantes y los refugiados: ¡todos hermanos y hermanas!”.
En el sitio web de Vanity Fair también hay una
contribución sobre el mensaje del Papa, acerca de los desafíos a enfrentar
juntos en este 2021. Está firmado por Andrea Tornielli, director editorial de
los medios de comunicación del Vaticano.
Esta no es la primera vez que el Papa sale en las
páginas patinadas de Vanity Fair. En julio 2013, el apenas elegido pontífice
fue declarado por la publicación: hombre del año.
En especial recordando su valentía en defender la
causa de los migrantes clandestinos en su visita en la Isla italiana de
Lampedusa.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia