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El presidente de Ecuador, Lenín Moreno |
El COS abría las
puertas al aborto, los vientres de alquiler y la enseñanza de la ideología de
género en la escuela. Ello provocó que en las calles se diera
una movilización civil para exigir el veto. Hubo manifestaciones frente a la
sede de Gobierno, el Palacio de Carondelet, y desde redes sociales.
Según el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, «No existió rigor
científico ni clínico en la construcción de la norma. El veto total al Código
Orgánico de la Salud responde a un imperativo social. Debemos de emprender un nuevo proceso, más incluyente, más
técnico, más basado en evidencia científica».
En plena crisis sanitaria por causa del COVID-19, Zevallos destacó que
una de las fallas del COS es que no tenía ningún articulado sobre cómo actuar
ante una pandemia como la actual.
Aunque desde la secretaría jurídica de Presidencia se indicó que la
medida adoptada por Moreno viene dada por cuestiones técnicas y no religiosas,
los grupos provida ecuatorianos han celebrado con júbilo el veto presidencial.
Uno de los legisladores que votó en contra del COS y pidió la intervención de
Lenín Moreno, mostró su satisfacción en Twitter:
El
arzobispo de Quito, Mons. Alfredo Espinosa, quien criticó
contundentemente el intento de colar el aborto y la ideología
de género por la puerta de atrás, manifestó su alegría por el
veto presidencial: «Desde un primer momento dijimos que ese código era un
código de muerte y hoy decimos con alegría que la vida ha triunfado»
Fuente: InfoCatólica