No
es lo que parece... de nuevo
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
otro día estaba en la cocina, y me sobraban unas cuantas yemas. Rápidamente me
puse a buscar alguna receta para aprovecharlas y encontré un aperitivo muy
simpático: ¡churros salados! Que, del churro, lo único que tenían era la forma,
pues se elaboran a base de patata...
Me
puse a hacerlos con todo el entusiasmo del mundo. No te lo voy a negar: aquello
fue un completo y absoluto desastre.
Pasé
mil peripecias, se me desmontaban al freírlos... Y luego, el sabor... no
merecía la pena.
-Tenías
que haberles echado azúcar por encima -me sugirió una hermana.
-¡Pero
si son de patata! -me reí.
-Ya,
pero así son más como los churros auténticos...
De
pronto me di cuenta. Ese era el problema: parecían churros, pero no lo eran. El
puré de patata que usé de base estaba riquísimo, pero, al pasarlo por la
sartén, se estropeó. Aquello no era ni puré ni churro.
Orando
esto, sentí que era un ejemplo muy claro de que, para cada uno, el Señor ha
pensado su propio camino, una misión única en la Iglesia.
En
efecto, si existes, es por un deseo expreso del Señor. Él ha contado contigo,
te ama, y te ha dotado de las herramientas que necesitas para cumplir tu
misión. ¡Cada uno tiene un camino completamente original, único!
Pero,
¿a ti no te pasa? ¡Cuántas veces me he comparado yo con tal santo (que a mi
edad ya era superior), o tal santa (que ya había escrito no sé cuántos
tratados), o con esta o aquella hermana...! Y una se siente muy pequeña, como
que avanza muy despacio... ¡sin darme cuenta de que el Señor me regala un
camino inédito a descubrir!
El
puré estaba buenísimo, pero le mató la filigrana del aceite. Quiso ser lo que
no era... ¡y acabó no siendo ni lo uno ni lo otro! Cristo, en cambio, dice que
conoce a sus ovejas y las llama “a cada una por su nombre”. Él sabe bien quién
eres, las habilidades que tienes, y sueña con todo lo que podéis hacer juntos.
Te conoce en tu individualidad. No necesitas cambiar para que Cristo te ame. Él
ya ha dado su vida por ti, y solo espera que le des la mano... para sacar tu
mejor versión.
Hoy
el reto del amor es pedirle al Señor que te muestre cuáles son tus dones. Con
la cuarentena, han quedado al descubierto grandes cocineros que nunca habían
pisado la cocina, dibujantes de categoría que nunca antes se habían sentado
ante un papel, ¡artistas que ni ellos mismos se conocían! Cristo te ha llenado
de posibilidades: descúbrelas... ¡y ponlas al servicio de los demás! ¡Feliz
día!
VIVE
DE CRISTO