Al
estilo de Jesús
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Desde
hace tiempo llevo queriendo sacar un hueco para hacer algo tan sencillo como
ordenar los cajones del baño.
La
cuestión es que sabía que hacerlo me iba a llevar bastante rato, y, entre unas
cosas y otras, no terminaba de sacarlo.
Hasta
que, un día, se me encendió la bombilla: para hacerlo todo de golpe nunca voy a
sacar tiempo, pero... ¿y si hago un poquito cada día?
¡Era
la clave! Y, desde entonces, cada mañana le dedico unos minutos. El primer día
me parecía demasiado poco, e incluso me costaba dejarlo, pero, después de unos
días, el resultado es genial.
Cuántas
cosas en la vida nos gustaría que salieran todo de una vez, todo de golpe: que
nos convirtiéramos de golpe, que mi vida dé un giro, que los hijos encontrasen
su camino, que aquella persona o esa circunstancia cambie, que...
Nos
ponemos metas inalcanzables que ni siquiera Jesús se puso. Siempre me ha
llamado la atención que Él, cuando apenas había llegado a un pueblo y casi no
había dedicado más que un día predicando, curando enfermos... llegaba y, con
toda certeza, decía: “Vamos a las aldeas cercanas, para predicar también allí,
que para eso he salido” (Mc 1, 38).
Cualquiera
hubiéramos pensado que era mejor continuar instruyendo a aquellas personas, que
arraigase bien la fe en ellos, que formasen una comunidad más grande... y, sin
embargo, Jesús confiaba en que había dejado la semilla plantada, y continuaba
plantando otra un poquito más allá. Debe ser que es el estilo de Jesús: “un
poquito cada día”.
Y
es que el proyecto más grande de la Historia, el de la Salvación del hombre,
fue llevado a cabo poco a poco, pues, si nos remontamos al origen de este plan,
vemos cómo Dios fue atrayendo poco a poco al hombre, que había caído en el
pecado alejándose de Él. Su plan era paciente, sin prisas, pero impregnado de
Amor hasta el extremo.
Y
continúa realizando Su plan en tu vida. Nuestras cosas también forman parte de
Su proyecto, solo necesita que confiemos en Él y hagamos nuestro Su estilo.
Hoy
el reto del amor es añadir un pequeño gesto a tu vida. Quizá se trate de sacar
unos minutos en tu día a día para orar, o que te detengas a hablar con tus
hijos antes de irse a acostar... Esas cosas que llevas tiempo queriendo hacer,
quizá puedas comenzar... por un poquito.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma