HOY EL RETO DEL AMOR ES INVITAR A UN APERITIVO A ALGUIEN

Providencia sorprendente

Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Hace varios días, unos amigos nos trajeron unas almendras fritas y con un toque de sal que habían elaborado ellos mismos. ¡Estaban buenísimas! Eran unas “almendras saladas”.

Cuando vives de la providencia, el Señor siempre sorprende, así que, unos días después, nos volvió a asombrar con otra variedad de almendras: almendras garrapiñadas. ¡Esta vez eran almendras dulces!

Qué variedad se puede hacer con un fruto tan sencillo como la almendra: como las hacen aquí (que son tostadas), fritas saladas, garrapiñadas...

En definitiva, se puede elegir mil formas de hacerlas, únicamente hay un paso previo muy importante, ¡elegir las almendras del árbol bueno y desechar las del árbol que da fruto amargo!

¿Quién no ha probado una almendra amarga? Aparentemente son iguales y, sin embargo, al paladar estas últimas dejan un mal sabor que necesitas tragar algo detrás para quitarlo de la boca.

Cada día tenemos la oportunidad de entregarnos a los demás, de servirles un platito de almendras. Unos días será con nuestra alegría, siendo un poco “salados” para los demás; otros, en cambio, necesitarán un toque dulce, que sepa llegar al corazón del hermano; y otros muchos serán “al natural”: son esos momentos en que, con las pequeñas cosas del día, nos damos gratuitamente, así, como somos y como estamos.

Pero lo más importante del día es saber de qué árbol coger los frutos. Podemos elegir dejarnos llevar por nuestras pequeñas cosas que nos paralizan, nos hacen mirarnos a nosotros mismos, o incluso que desatan el enfado o las pasiones... Pero, cuando nos dejamos llevar por todo esto, sentimos el amargor.

En cambio, si dejamos todo lo nuestro en Cristo y elegimos vivir el día desde Él, de Su mano obtendremos las almendras buenas: la alegría, la paz, el amor... en definitiva, el don de poder vivir de Él en lugar de vivir de uno mismo. Esas son las almendras que después podremos servir a los que nos encontremos en nuestro día.

Hoy el reto del amor es invitar a un aperitivo a alguien. Antes de que se acabe el verano, queda con esa persona que tienes pendiente, dedícale por entero algo de tu tiempo, hazle partícipe de los dones que tú has recibido de Cristo.

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma