La
lucha entre el bien y el mal que describen los evangelios en el testimonio del
exorcista oficial del Patriarcado Latino de Jerusalén: “Hechiceros reciben
ayuda del mundo de los espíritus”
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Latin Patriarchate of Jerusalem |
En Tierra
Santa hay muchas personas que afirman tener el poder de expulsar a los demonios, y otras más acuden a ellas en busca de ayuda. Sin embargo,
el exorcista oficial del Patriarcado de Jerusalén advierte que
estos charlatanes causan mucho daño, pues el jeque, el chamán o el hechicero
expone a la persona y a sí mismo a un reino de oscuridad contrario al reino de Cristo.
“San Juan Evangelista dice:
‘Quien niega que Jesús es el Cristo es el anticristo’. Los jeques, chamanes y hechiceros obtienen
su poder del mundo de los
espíritus y son facultados por ellos con conocimientos y habilidades
precisas. El peligro es que uno
se exponga al reino de la oscuridad al someterse a tales personas”.
El sacerdote irlandés, Michael McDonagh, llegó a Jerusalén en 1999
y hace un año fue nombrado exorcista para Palestina e Israel por
el administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, el arzobispo,
franciscano, Pierbattista Pizzaballa.
El Patriarcado Latino de
Jerusalén informó en su página
web que padre McDonagh, visita y bendice cotidianamente a
personas que son víctimas de demonios y maldiciones,
incluso recorriendo varios kilómetros y horas para llevar sanación y liberación.
El experto está autorizado por la Iglesia Católica a
usar el Rito del exorcismo, el agua
y la sal bendita. El Patriarcado Latino de Jerusalén es cuidadoso en la información
que publica, pero, en este caso, la intensión manifiesta es mostrar la práctica
del ministerio
del exorcismo y denunciar la actividad
demoníaca y su interferencia en la vida de las personas en Tierra Santa.
La institución invita a leer con
mente y corazón abierto la entrevista a padre
McDonagh realizada por Rula Shomali, sobre todo, para creer en el poder
de Jesucristo para que los fieles estén al tanto y lleven
una vida cristiana plena, lejos de engaños y maleficios.
La influencia diabólica
En primer lugar, el experto
explica qué es una influencia diabólica,
es decir, “todo lo que concierne o caracteriza al diablo”;
lo satánico.
La influencia diabólica es la apropiación especialmente malvada y cruel
realizada por un demonio/diablo. Es un poder que
afecta a una persona, lugar, cosa o
evento”.
El sacerdote ilustró que la
Iglesia “enseña que hay dos categorías de actividad demoníaca; Actividad diabólica ordinaria y extraordinaria.La actividad diabólica
ordinaria generalmente está asociada a la tentación y es una
batalla de por vida”.
Advierte, “la tentación es extremadamente seria
cuando conduce al pecado mortal y,
como tal, no debe ser tratada a la ligera. Toda
persona puede ser víctima de una actividad diabólica ordinaria. Sin embargo, Jesús aceptó
someterse a la prueba de la tentación. La tentación de mentir para
proteger la reputación de uno es una tentación común y corriente”.
“La gran mayoría de los casos de extraordinaria actividad diabólica comienzan
como una actividad diabólica ordinaria”. En su análisis, muestra que la
actividad diabólica extraordinaria recibe ese título, no solo porque es rara (a
menudo lo es) sino más precisamente porque está “fuera de lo común”.
“¡La actividad diabólica extraordinaria es mucho menos
común que la actividad diabólica ordinaria y gracias a Dios por este hecho! En
la actividad diabólica extraordinaria, Satanás puede
tomar posesión completa del cuerpo
de una persona, aunque no del alma. Satanás habla y actúa
sin el conocimiento o consentimiento de la víctima,
que, por lo tanto, es moralmente irreprensible”.
El odio y la
rabia
El exorcista para Palestina e
Israel trata de responder a la pregunta de por qué Dios le
permite al diablo y a los demonios que vaguen por la tierra, aún
estando en el infierno, causando
daños e intentando tomar a alguien, si a los condenados se
les envía al infierno por toda la eternidad.
“El entendimiento común es que
él está sufriendo en el infierno junto con sus secuaces y los otros condenados.
Por el contrario, no parece que esté sufriendo en absoluto, sino que parece
estar ‘pasándolo bien’ causando estragos en la tierra.
Sería demasiado fácil decir que
los demonios y Satanás no sufren nada. Como nosotros,
experimentan victorias y derrotas; hay resultados que los ‘emocionan’
y aquellos que los decepcionan y los enojan. Por supuesto, sufren de una manera
que no entendemos. Habitan en un estado de odio y
de rabia”.
En efecto, son varios los textos
de las Sagradas Escrituras que hablan de los demonios: “Y después que el demonio había sido expulsado, el mudo
habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: Jamás se ha visto cosa igual
en Israel” (Mateo 9:33); “Y después de haber resucitado, muy temprano el primer
día de la semana, {Jesús} se apareció primero a María Magdalena, de la que
había echado fuera siete demonios (Marcos
16:9)”; “Y si Satanás expulsa a
Satanás, está dividido contra sí mismo; ¿cómo puede entonces mantenerse en pie
su reino?” (Mateo 12:26).
La protección contra los
demonios
“Según la Iglesia”, insiste el
experto exorcista, “la mejor protección contra el diablo y
los demonios es: Oración; los
sacramentos (Confesión y Eucaristía): nada destruye la influencia demoníaca con
más fuerza que la digna recepción del Cuerpo
de Cristo. Obrar bien; Viviendo una vida espiritual”.
A las personas que tienen
trabajos que los ponen en riesgo o en peligro en el campo
demoníaco, les recomienda “usar la invocación de San
Miguel Arcángel, que es altamente efectiva. También pueden encomendarse a su ángel guardián o pedirle a Dios directamente que los proteja”.
“Proteger
la casa propia debe ser una prioridad. Primero, debe tener la casa bendecida, y el propietario de la
vivienda o el inquilino deben ser diligentes en la aspersión del agua bendecida
(hecha así por la oración de exorcismo y bendición de la sal y el agua, tomada
del antiguo Ritual Romano, o agua bendecida en el Fiesta de la Epifanía),
también tener crucifijos bendecidos,
estatuas de la Santísima Madre, etc.
Por
ejemplo, el papa
Francisco había invitado a los fieles del mundo a rezar el rosario cada día durante
todo el mes mariano de octubre de 2018 ante los ataques del demonio en
el contexto de crisis y división de la Iglesia relacionada con los abusos de conciencia, de poder y sexuales. Además,
difundió una oración
de Papa León XIII, quien escribió de su puño el 13 de octubre
de 1884, la oración a San Miguel, debido a una visión horrible que le
impactó y para que proteja la Iglesia en la lucha contra el mal.
Defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la
perversidad y las asechanzas del enemigo
En el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
“San Miguel
Arcángel, defiendenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del enemigo.
Reprímelo Dios, te pedimos humildemente,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno a Satanás
y a otros espíritus malignos, que andan por el mundo
para la perdición de las almas.
Amen”. (León XIII)
Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del enemigo.
Reprímelo Dios, te pedimos humildemente,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno a Satanás
y a otros espíritus malignos, que andan por el mundo
para la perdición de las almas.
Amen”. (León XIII)
El sacramento de la Penitencia
El sacerdote irlandés expresó
asimismo que el poder del sacramento de
la penitencia es incuestionable contra los demonios y
sus influencias. El sacramento del perdón de los pecados es una forma
santificadora de gracia que puede ser útil para evitar el pecado en el futuro.
“Una persona que reciba al mismo
Cristo con frecuencia será más fortificada contra los ataques
demoníacos. Aquellos que no usen recibir la comunión o la usen con
moderación y sin entusiasmo, serán más vulnerables a la actividad demoníaca”.
¿Quién puede expulsar demonios?
“La respuesta simple es SÍ, pero
lamentablemente muy pocos están preparados para hacerlo, por lo que no deben
intentarlo. Obviamente, para el rito oficial del exorcismo, se necesita un llamado
de Dios y un mandato
del Obispo para llevarlo a cabo. Muchos cristianos no son lo
suficientemente maduros al seguir al Señor Jesús y en el movimiento del
Espíritu Santo”.
Además, indica, “pocos están
bien equipados con un conocimiento de las Escrituras. Algunos cristianos pueden
tener sus propios demonios que podrían interferir. Sin embargo, en la Iglesia
Católica, la realidad de la autoridad delegada por la Iglesia, así como la autoridad espiritual personal,
determina quién puede exorcizar a los
demonios, a diferencia de la oración de liberación o liberación”.
Este enfoque previene de los
peligros que pueden correr quienes están involucrados en la expulsión de
espíritus. “Saber
lo que es demoníaco y lo que no es, requiere discernimiento. En los
Hechos de los Apóstoles, hay un relato notable relacionado con aquellos que,
tal vez, bien intencionados, pero mal preparados, intentan expulsar
a los demonios”.
Atención con los charlatanes
En este sentido, recuerda que
habían algunos charlatanes religiosos en
Éfeso que pretendían “tener poderes especiales para hacer milagros. Escevas,
quien es identificado como “un sacerdote judío” (Hechos 19:14), tuvo siete
hijos “que anduvieron expulsando espíritus malignos” (versículo 13).
Al ver el éxito que Pablo tuvo en exorcizar
demonios, los siete hijos de Escevas comenzaron a usar una nueva fórmula
que invoca el nombre de Jesús. Le
dirían al demonio: “En el nombre del
Jesús que Pablo predica, te ordeno que salgas” (versículo 13). Esta estratagema
de los siete hijos de Escevas fracasó un día. Un demonio al que intentaban
expulsar se negó, diciendo: “Conozco a Jesús y sé quien es Pablo, pero ustedes,
¿quiénes son?” (Hechos 19:15).
El hombre que tenía el espíritu malo se lanzó sobre ellos, los
sujetó a ambos. Les dio tal paliza que salieron de la casa desnudos y
sangrando” (versículo 16). Los siete hijos de Escevas no eran rivales para el poder demoníaco con el que estaban
jugando (ver Marcos 5: 1–4)”.
Películas y series de televisión
El exorcista también advierte a
las generaciones más jóvenes que ven varias imágenes, ficción y
representaciones que causan insensibilidad el mal. “El
problema de ver varias series de televisión y películas sobre
la presencia
sobrenatural y demoníaca es que la visualización regular
de estos géneros tiene una forma de matar
la conciencia.
Se necesita mucho más para
sorprender a nuestras conciencias hoy en día. Como resultado, hay una creciente insensibilización al
mal en su raíz más profunda. Una persona puede exponerse a una fascinación y curiosidad
por el mal. Le roba al espíritu y al alma humana el celo por
las cosas de Dios”.
Fuente: Aleteia