Son eventos imposibles, si no fuese así no serían milagros, porque lo que es imposible para el hombre es posible para Dios
Uno de los problemas que surgen en la clase de religión cuando vemos la lectura de
algún milagro de Jesús es la racionalidad ante estos. Siempre hay alguien que
salta con lo de
- Pues yo no me lo creo
- Eso es imposible
-
¿Cómo va a salir el Lázaro ese de la tumba después de varios días muerto por
qué se lo diga Jesús?
Y
es que ciertamente es imposible, nadie sale de la tumba por que otro se lo
ordene, ni camina sobre las aguas sin hundirse, ni es capaz de alimentar a 5000
personas con 5 panes y 2 peces y que además al final sobre mucha más comida de
la que había en un principio. Lo más curioso es que precisamente en eso
consiste el milagro, si no fuese imposible no sería tal, porque lo que es
imposible para el hombre es posible para Dios (Lc 18,17).
Es
cierto que algunos estudiosos han tratado de racionalizar los milagros negando
su existencia real y dándole un carácter metafórico lo que en realidad sucedió
es que… en un ejercicio de soberbia queriendo reinterpretar lo que únicamente
sería posible si el autor tuviera una máquina del tiempo con la que viajar al
momento y lugar en que sucedieron los hechos.
En
algunos casos incluso tratando de racionalizar el milagro lo que hacen es
reafirmarlo a su pesar. Como cuando tratan de explicar que las supuestas
posesiones demoníacas que curaba Jesús eran en realidad ataques epilépticos,
cosa comprensible si alguien en el siglo I viese a otra persona retorciéndose y
echando espumarajos por la boca, pero que en el fondo lo que hacen es afirmar
que Jesús era capaz de curar una epilepsia con una simple orden, es decir, de
hacer milagros.
Pero
volviendo a los alumnos lo primero que se me ocurre cuando plantean la
incredulidad es darles la razón. No se puede creer en los milagros por sí,
antes hay que pasar el test de las 3 preguntas con respuesta afirmativa:
▪
¿Crees que existe Dios todopoderoso, autor de todo lo creado incluido el
hombre?
▪
¿Crees que ese mismo Dios es un ser que se preocupa y ama a sus criaturas?
▪
¿Crees que ese mismo amor lleva a Dios a que en un momento determinado de la
historia y para la salvación del hombre asume su propia naturaleza haciéndose
uno más de nosotros?
Si
las tres respuestas son sí, la existencia de los milagros es una consecuencia
más de esta historia de la salvación, no algo que deriva de unos superpoderes
al estilo Marvel. Dios mismo es capaz de alterar las leyes de la naturaleza que
el mismo ha creado, aunque lo hace en ocasiones muy muy contadas. Pero si no
crees en Dios todopoderoso creador, hecho hombre para nuestra salvación, todo
lo que te cuenten de Él serán simples pamplinas.
Y
de paso recuerdo a los chicos que milagro en latín se dice signum porque no son
nada más y nada menos que eso, signos del amor y la presencia de Dios entre los
hombres.
Por: José Luis Rubio
Fuente:
Religión en Libertad