La Parábola del hijo pródigo (Lucas 15,1-3. 11-32) es el texto evangélico que junto con el salmo 129 han servido de marco bíblico para la celebración
2019.02.23 Liturgia Penitencial (Vatican Media) |
La parábola del Padre misericordioso nos muestra que
Dios ofrece el perdón y la esperanza. El hijo que abandonó al Padre, sin
embargo, no puede permanecer alejado, sino que debe reconocer su culpa,
arrepentirse y regresar al Padre, expresó el Papa Francisco en la celebración
penitencial con los obispos que participan en el Encuentro por la protección de
menores
La celebración penitencial cierra el tercer día del
Encuentro para la protección de menores que se desarrolla en la ciudad del Vaticano.
Obispos representantes de todas las Conferencias Episcopales de todo el mundo
participan en este cónclave que tiene como objetivo poner fin a los abusos
contra menores de parte de sacerdotes y religiosos.
La Parábola del hijo pródigo (Lucas 15,1-3. 11-32) es
el texto evangélico que junto con el salmo 129 han servido de marco bíblico
para la celebración.
El otro elemento de este marco es el testimonio de una
víctima, quien expresó a los presentes sus luchas y su determinación de
enfrentarlas día a día: “Yo puedo. Debo estar aquí...si me rindiera ahora o me
detuviese dejaría que esta injusticia interfiriera en mi vida”.
La celebración es un momento en que la Iglesia, asume
su responsabilidad personal e institucional de su propio pecado. Las peticiones
de perdón, el arrepentimiento y la conversión son signo de humildad que puede
producir mucha humanidad.
Las personas incapaces de disculparse se acaban
distanciando de los demás, porque de alguna forma se endiosan sigilosamente.
Estamos llamados a la perfección, pero no la del que no comete errores, sino la
del que vive en clave de misericordia, y en este caso el pedir perdón es una
parte de ella.
Francisco nos vuelve a dar una lección de vida: como
Pedro, también se equivocó, pero supo descubrir a tiempo que el modo de Dios es
el de la humildad que acepta y no el del orgullo que nunca se equivoca.
Ciudad del Vaticano
Vatican News