1 Domingo Adviento (Ciclo C)
MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos,
sed bienvenidos a la celebración del Día del Señor en el que iniciamos, con este
primer domingo de Adviento, un nuevo año litúrgico.
Para
los cristianos el tiempo no es cíclico, no existe el eterno retorno. Si cada
año celebramos el misterio de Cristo es para permitir que su salvación penetre en
nuestra historia y en nuestras vidas a la espera de su cumplimiento definitivo en
el Reino de Dios.
Hoy
iniciamos nuestra celebración bendiciendo la Corona de adviento. Las cuatro
velas nos señalan el camino que hemos de recorrer en la espera de la venida del
Señor, el día de la Navidad.
Signo:
Un candil encendido
MONICIÓN A LAS LECTURAS
En
el Adviento conmemoramos que Jesús, el Hijo de Dios, ha venido, viene y vendrá.
En realidad, este tiempo litúrgico es un espacio pedagógico que la Iglesia nos
ofrece para estar siempre dispuestos a recibir al Señor que viene humilde y
calladamente a nuestras vidas.
Escuchemos
con atención las lecturas que hoy se nos proclaman. La Palabra de Dios quiere
crear en nosotros las disposiciones necesarias para recibir la Presencia de
Cristo y servirla en medio de nuestro mundo.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A
cada petición respondemos: ¡Maranatha, Ven Señor Jesús!
-
Te pedimos, Señor, por la Iglesia, Pueblo de Dios, para que en este tiempo de
Adviente esté vigilante a los signos de tu venida. OREMOS.
-
Te presentamos, Señor, nuestros gobernantes, mueve sus corazones para que su
servicio político sea para el bien de nuestro pueblo. OREMOS.
-
Señor, ten piedad de los inmigrantes, en especial por aquellos que pierden la
vida en su transito hacia nuestra tierra, te pedimos que se mejoren las
condiciones sociales, económicas y políticas de sus países de origen. OREMOS.
-
Señor, ten misericordia de los que no encuentran el sentido de sus vidas,
revelate a ellos para que puedan comprender que en Ti está su libertad y su
futuro. OREMOS.
-
Señor, bendice a nuestra comunidad parroquial con el don de tu amor, para que
rebosando en el amor mutuo seamos un signo de tu salvación en medio del mundo. OREMOS.
ORACIÓN FINAL
Gracias,
Señor, por la Eucaristía
que
acabamos de celebrar,
ella
nos ha anticipado el banquete del Reino
y
ha alentado la esperanza
de
que participaremos de tu victoria final.
Señor,
Jesús, te confesamos
que
no comprendemos la evolución de nuestro mundo:
No
sabemos bien dónde nos conduce
la
revolución tecnológica a la que asistimos;
ni
tampoco entendemos qué va a suponer
los
cambios de valores que se están produciendo,
también
dudamos de la capacidad del hombre
para
hacer un mundo verdaderamente justo,
donde
reine la libertad, la fraternanida y la paz…
Señor,
Jesús, Principio y Fin de todo lo creado;
Liberador
de una historia
que
a veces camina sin rumbo;
Señor
que consumarás en tu persona
la
vida de los que confian en Ti;
te
pedimos que, pase lo que pase,
siempre
recordemos nuestra dignidad de hijos de Dios,
siempre
permanezcamos expectantes a tu venida,
y
siempre nos mantengamos de pie delante de Ti.
Amén.