8 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE BURKINA FASO

"La riqueza real de Burkina Faso es la paz y el diálogo interreligioso”

En el vientre de África, Burkina Faso es un país como media España. Acoge poco más de 17 millones de habitantes de 9 grupos étnicos distintos. Morissa Cañigueral es una de ellos. La española lleva 18 años viviendo en la capital, Ouagadougou.

Viajamos en 8 preguntas y respuestas al país centroafricano para conocer la situación actual, la vida y la realidad, de la mano de una burkinabesa catalana que se define como inmigrante en África. 

¿Qué idiomas se hablan?

La lengua oficial es el francés, ya que el país se independizó en 1960. El idioma principal convive, sin embargo, con diversidad de lenguas regionales. Entre las más destacadas, el mòoré, mandika o bambara.

¿Cuál es la situación política?

“Durante los últimos años ha habido muchos cambios”, explica Morissa. La catalana se refiere a la revolución popular que tuvo lugar en 2014 y que derrocó el gobierno del presidente Blaise Compaoré. Según Cañigueral, el motivo fue “una gran insatisfacción económica”. Sin embargo, “hubo muy poca violencia”, cuenta y añade, “el levantamiento fue iniciativa de los jóvenes”.

¿Cuáles son las principales fuentes de riqueza?

En Burkina Faso no hay industria, pero, “es una fuente de materias primas”, señala Cañigueral. Minas de oro, algodón, mango, karité o judías verdes son algunas de las fuentes de riqueza. También el cuero.

¿Qué religiones se practican?

Oficialmente el Estado es laico, pero el catolicismo y el islam son mayoritarios. Según Morissa, “además la mayoría de la gente es animista”, por tradición. “La riqueza real de Burkina Faso es la paz y el diálogo interreligioso”, asegura.

“En el país africano “todos celebramos las fiestas de todos”. Las jornadas festivas son 14; 5 musulmanas, 5 católicas y 4 políticas. “Cuando hay una celebración como Navidad, siempre pasan muchos invitados por casa y van también a otras casas, hay mucha vida de comunidad”, subraya. De hecho, la mañana siguiente a la revolución, los mismos ciudadanos salieron a limpiar las calles.

¿Cuál es la situación de la educación?

El porcentaje de analfabetismo es elevado; según Cañigueral, se sitúa alrededor del 70%. Sin embargo, los avances tecnológicos están ayudando a derribar barreras. “Mucha gente no tiene agua o luz, pero sí dos teléfonos móviles”. Así, la catalana admite que en estos últimos años la tecnología y, sobre todo, el móvil, ha permitido un avance social. En la zona, además, se están llevando a cabo iniciativas como la biblioteca instalada en el norte del país, con una versión digital que hace que el conocimiento pueda tener más alcance.

¿Es legal la poligamia?

Sí, “cuando una pareja se casa puede escoger si prefiere la monogamia o la poligamia”, afirma Cañigueral. Y añade que la gran mayoría de hombres tienen más esposas porque en el país simboliza poder y bienestar económico. “Si no son esposas existen los llamados deuxième bureau o tresieme bureau, que son las amantes”. En los matrimonios se da por hecho que el hombre puede estar con más mujeres y si no es así, socialmente “no está suficientemente bien considerado”.

¿Cuál es la situación de la mujer?

“En Burkina Faso una mujer es un ser inferior a un hombre”, explica Morissa. Mayoritariamente, no se considera que sea necesario que las mujeres estudien y tengan una cierta autonomía económica. De hecho, la poligamia sólo se acepta en hombres, las mujeres pueden ser gravemente sancionadas si la practican.

¿Es vigente la ablación?

La ablación en Burkina Faso está ilegalizada. “La realidad es que en poblados alejados de la capital todavía hay comunidades que la practican”. Sin embargo, “si las autoridades localizan a alguien que se dedique a ello lo detienen”, asegura.

Para Morissa, la cohesión social y el carácter de las personas del país es una gran fortaleza de Burkina Faso. Se trata de una fuente del destacable cambio social, político y económico que se ha dado durante los últimos años. El contexto actual y las herramientas tecnológicas pueden suponer una combinación que contribuya a seguir avanzando.

Miriam Díez Bosch

Fuente: Aleteia