¿“AVE MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA”? ¿O “CONCEBIDO”?

Conoce el significado de una frase muy usada entre los católicos desde hace siglos 

En latín, ‘ave‘ o salve es una expresión de saludo que utilizaban los romanos como saludo y aun hoy en Italia se usa la palabra salve para saludar.

Por tanto la jaculatoria “Ave María purísima, es sencillamente la abreviación del saludo del Ángel Gabriel a María santísima (Lc 1, 26-38) el día de la anunciación (“Dios te salve María, llena eres de gracia”). Y a esta jaculatoria se responde con la confesión eclesial del dogma de la Inmaculada Concepción: “Sin pecado concebida en femenino, referido a María.

A la respuesta se puede agregar “María santísima”; quedando “Sin pecado concebida, María Santísima”. O también se puede responder “en gracia de Dios concebida”.

Lo realmente importante es lo que significa: La santísima Virgen es purísima, por haber sido concebida sin pecado original. Dios la preservó desde su concepción sin pecado original, destinándola a ser la madre de su divino Hijo.

Algunos feligreses se equivocan cuando responden con el saludo “sin pecado concebido”, en masculino, como si la respuesta se refiriera a Jesús. Es decir esta jaculatoria hace referencia a María, no a Jesús.

El “Ave María Purísima” y la respuesta de “sin pecado concebida” es un antiguo saludo entre creyentes desde la Iglesia primitiva; saludo que lastimosamente ha ido cayendo en desuso y que no estaría mal recuperar.

Es un saludo que hoy en día, aunque estrictamente hablando no forma parte del rito inicial del sacramento de la reconciliación, se usa normalmente cuando el sacerdote confesor saluda al penitente o a la penitente antes de administrar el sacramento de la confesión.

Henry Vargas Holguín


Fuente: Aleteia