Una
mujer decide llevar a término el embarazo de su bebé anencefálico para poder
donar sus órganos
Como
mujer, ¿cómo respondes cuando entras al ultrasonido para descubrir todo acerca
del desarrollo de tu bebé hasta ahora, sólo para que te digan que tu hijo no
sobrevivirá más de un par de días, a lo sumo, después del nacimiento?
La mayoría
de nosotros caería en la más absoluta desesperación ya que los sentimientos de
tristeza, ira y miedo nos cegarían a otra cosa que no fuera la tragedia de la
vida de nuestro hijo, tan terriblemente breve.
Pocos,
si acaso alguna de nosotras, respondería en la forma en que Keri Young lo
hizo, pensando casi de inmediato en las otras vidas que los preciosos órganos
de nuestro hijo podrían salvar. Según un mensaje de Facebook de Royce, el
marido de Keri, “Literalmente 30 segundos después de que nuestro médico nos
dijera que nuestro bebé no tenía cerebro, de alguna manera a través de un
tremendo llanto, Keri levantó la vista y preguntó, ‘Si llevamos a término el
embarazo y el bebé muere, ¿podemos donar sus órganos?’ “
Este
joven matrimonio, que tiene un hijo de dos años, descubrió en diciembre que la
niña que crece dentro de Keri tiene anencefalia, una condición por la cual
el cerebro y el cráneo de un bebé no se desarrollan completamente en el útero.
El terrible resultado desgarrador, cuando el embarazo es llevado a
término, es que el bebé nace muerto o vive sólo unas pocas horas o
días. Pocas cosas son más devastadoras para unos padres que ese diagnóstico.
Sin
embargo, Keri, que es pro vida y quería tener a su bebé a pesar de todo, dejó
en claro que no quería aprovechar las opciones de la inducción temprana del
parto. Curiosamente, ella explica que pocos meses antes de conocer la
situación de su hija, había discutido con sus amigas sus
convicciones pro vida, especialmente en los casos de enfermedad terminal.
“Todas
estábamos de acuerdo, somos pro-vida en cualquier etapa de la vida. Mis
palabras exactas fueron: Si estuviera en esta situación, querría que el
bebé viviera y estuviera saludable durante el mayor tiempo posible. Así que si
eso significa llevar al bebé a 40 semanas, lo haría. Y desde un punto de vista
práctico, ¡los órganos! Me encantaría saber que el corazón de mi bebé seguiría
latiendo, incluso en el cuerpo de otro bebé“. Poco imaginaba ella que
pronto estaría viviendo exactamente esto.
Al
día siguiente de la terrible ecografía, la pareja acudió al Lifeshare de
Oklahoma, una organización para la donación de órganos, para discutir la
posibilidad de donar los órganos de su niña. Se les dijo que las válvulas
cardíacas del bebé, los riñones, el hígado y posiblemente el páncreas serían
aptos para la donación, además de la utilidad de sus pulmones para la
investigación.
Sin
embargo, estaban comprensiblemente con el corazón destrozado por la inevitable
pérdida de la vida de su pequeña, a pesar de saber el carácter indispensable de
las preciosas partes de su cuerpo.
No
fue hasta la reunión con su pastor ese mismo día, cuando lograron sobreponerse
al dolor con la conciencia de cuán valiosa sería la vida corta de su hija.
El pastor les dijo: “En las 24 horas de vida de su hija, podría salvar 50
vidas. Va a ser una chica muy ocupada, ¿saben?”. Cuando Royce y Keri
salieron de la reunión, estaban decididos a conceder a su hija cada
segundo de vida que pudiera aprovechar.
“Seguimos
con el embarazo”, dijo Keri. “Ella tendrá vida a pesar de que será corta.
Donará todo lo que pueda, y hará más en su tiempo en la tierra de lo que nunca
habría imaginado”. Aunque los jóvenes son creyentes, Keri deja claro que
esta elección no es el resultado de sus convicciones religiosas, sino que,
a pesar de su vacilación, era simplemente lo correcto. “Así es la vida. Todo el
mundo debe tenerla. Todo el mundo la merece”.
Su historia ha dado la vuelta en
los medios de comunicación de todo el mundo. Muy oportunamente, han
decidido llamar a su bebé Eva, un nombre bíblico que significa vida. De
alguna manera, en medio de la agonía de saber que su pequeña morirá pronto,
Keri pone los ojos en la salud que la existencia de su bebé traerá a otras
personas. ¿Hay algo más generoso que aceptar la pérdida de un hijo por el bien
que otros tendrán a causa de esto?
Royce,
el esposo, que es también escritor, habla así de Keri: “Ella es increíble. Es
sobresaliente. Está cortada de un paño diferente, combinando ingenio, belleza,
valor, ligereza, carácter e integridad en una mujer espectacular. Y aún no sé
cómo, es mi esposa”.
ELIZABETH
PARDI
Fuente:
Aleteia